Descripción

La concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero, y la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Valladolid hacen un llamamiento a los vallisoletanos para que acojan niños saharauis el próximo verano, ante el gran descenso de familias de acogida voluntarias en los últimos años.

Según los datos facilitados por Rufo Martín, portavoz de la Asociación, desde 1996, año en que Valladolid comenzó a participar en este programa, hasta el último verano, el número de niños acogidos por familias de nuestra ciudad se redujo en torno a un 90%, pasando de los 250 de los primeros años a los 20 que han llegado en 2015.

Romero explicó que "este verano estos niños necesitarán este programa especialmente", tras las inundaciones que han sufrido en octubre los campamentos de refugiados en los que vive este pueblo desplazado desde hace 40 años, situación que el Ayuntamiento ha contribuido a intentar paliar con la aprobación de una subvención nominativa directiva de 5.000 euros.

La concejala facilitó el número del Banco del Tiempo, que recogerá las llamadas de familias interesadas en acoger a estos niños en el teléfono 983-424201, al que se puede llamar de 10:00 de la mañana hasta las 13:00 horas.

Romero y los responsables de la Asociación explicaron que se están llevando a cabo campañas de recogida de donativos, mercadillos y otras actividades, tanto para ayudar a reconstruir los campamentos afectados por la catástrofe de octubre como para reunir medios para traer a los niños en verano, puesto que lo más costoso (gasto al que las familias no tienen que hacer frente) son los billetes de avión de los pequeños desde el Sahara hasta España.

El motivo del fuerte descenso de familias de acogida de estos niños de 8 a 12 años no es otro que la crisis, puesto que, aunque el gasto del viaje desde la zona de Tinduf, en Argelia, donde residen, no deben hacerlo frente, sí tienen que comprometerse a ofrecer al niño en acogida el mismo trato y las mismas actividades que al resto de miembros, incluidas las vacaciones familiares.

El programa "Vacaciones en paz" pretende dar respuesta a los distintos problemas que los niños y niñas padecen debido a las privaciones alimenticias y sanitarias y a los rigores climatológicos, todo ello unido al sentimiento de desarraigo que les produce verse obligados a vivir desplazados de su país de origen.

Vacaciones en paz ayuda a paliar en lo posible las necesidades sanitarias más comunes y las carencias alimenticias, ampliar los conocimientos del idioma castellano, segundo idioma oficial de su país, y de la cultura española en general, conviviendo en el seno de una familia española, y les da, además, la oportunidad de conocer otra realidad distinta a la que viven en los campamentos de refugiados donde han nacido, -ven por vez primera el mar y conocen lo que es una piscina-.