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El alcalde de Valladolid, Oscar Puente, y la concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, María Sánchez, reclamaron este viernes a Aguas de Valladolid, concesionaria del servicio de abastecimiento y saneamiento de agua en la ciudad hasta la finalización de su contrato, el 30 de junio próximo, que facilite el proceso de remunicipalización emprendido y aprobado por el Pleno del Ayuntamiento, tras la notificación del auto del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 que deniega las medidas cautelares solicitadas por la empresa para paralizarlo.


El alcalde afirmó que, una vez conocido un auto claro y rotundo, que especifica que el Ayuntamiento tiene derecho a recuperar la gestión del servicio, que los trabajadores de la empresa han de ser subrogados por imperativo legal y que no existen motivos para pensar que eso empeoraría la calidad del servicio prestado, "la empresa tiene que cumplir con sus obligaciones, no hay otra salida", y reclamó que facilite la información sobre las nóminas y datos de los trabajadores que se le está reclamando desde la Concejalía de Medio Ambiente y que Aguas de Valladolid se niega a dar.


En este sentido, la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, lamentó la falta de colaboración de la mercantil, que está convirtiendo la actuación municipal en una "carrera de obstáculos", y agradeció el enorme trabajo que está realizando su Departamento, a pesar de las dificultades que la empresa añade al proceso, incumpliendo el contrato firmado con el Ayuntamiento.


Sánchez recordó que "los datos son de la ciudad, son del Ayuntamiento, y los trabajadores tienen derecho a ser subrogados por el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, de modo que necesitamos sus datos para que esto se materialice cuanto antes".


El alcalde instó a los ciudadanos a "estar tranquilos, que el 1 de julio saldrá el agua por los grifos y no habrá problema", y fue contundente afirmando que es necesario reflexionar sobre lo que está sucediendo, que no es otra cosa que, "en un Estado Democrático y de Derecho, una empresa privada le está diciendo al Ayuntamiento que no cumple con las resoluciones que, incluso, los propios tribunales de Justicia han sancionado con carácter provisional como legales".


"No soy quién para meterme en casa de nadie, pero creo que se están equivocando gravemente en su forma de afrontar este proceso", dijo Puente, y añadió que "el Ayuntamiento no es David nunca, es el Goliat de la ciudad, porque es el que representa a los ciudadanos, y no puedo aceptar que una empresa cuestione al Pleno del Ayuntamiento de Valladolid en su legítima toma de decisiones; esto es el mundo al revés".


"Aquí está en juego mucho más que la gestión de un servicio público, está en juego la propia democracia; una empresa privada está cuestionando la democracia en la ciudad de Valladolid", añadió, "esto es irreversible, va hasta el final, y lo que están haciendo sólo conduce a que muchas de las personas que podrían tener dudas sobre recuperar o no el servicio, ahora estén convencidas, porque si una empresa está dispuesta a hacer esto, ¿qué disposición tiene a ser sometida a controles en relación con el funcionamiento del servicio que presta?, ¿qué legitimidad le está reconociendo al Ayuntamiento a ejercer el control sobre un servicio?", concluyó.