Descripción

El monóxido de carbono es un gas incoloro, prácticamente inodoro, sin sabor y sin capacidad irritante. Se forma a partir del quemado incompleto de combustibles en condiciones de mala ventilación: las gasolinas, carbón vegetal, humos procedentes de madera, etc. El gas de escape de los automóviles contiene diferentes cantidades de monóxido de carbono.

El monóxido de carbono penetra en el torrente sanguíneo a través de los pulmones para dar lugar a la formación de la carboxihemoglobina, compuesto este que inhibe el transporte de oxigeno a las células del organismo y los tejidos. Las personas con enfermedades cardiacas son especialmente sensibles al envenenamiento por este gas, al igual que niños, ancianos y personas individuales con dificultades respiratorias de cualquier tipo.

El monóxido de carbono afecta a la salud de las personas, incapacitando el organismo para la realización de ejercicios físicos, reduciendo la percepción visual o la destreza manual, las funciones cognitivas o la habilidad para formular razonamientos complejos.