Descripción


La Concejalía de Urbanismo ha iniciado una serie de acciones para eliminar cuatro apeos de otras tantas fachadas que distorsionan gravemente el tránsito, la salubridad, la seguridad y la imagen de las calles en que se encuentran situados. Unos armazones provisionales que sujetan las fachadas y que fueron instalados hace ya varios años, sin que se haya visto actividad alguna de nueva obra en los inmuebles respectivos, y que es obvio que causan numerosas molestias tanto al vecindario como a los viandantes. Todos ellos han sido objeto de distintas denuncias que han puesto de manifiesto la necesidad de eliminarlos.



Se trata de los inmuebles números 7 de la calle Dos de Mayo, 4 de San Martín (declarado en ruina en 2008), 5 de Fray Luis de León (con la obra abandonada en 2010), y 86-88 del Paseo de Zorrilla (con vuelta a Puente Colgante, antiguo Lucense; cuya tramitación urbanística lleva ya más de diez años). Cada uno de ellos es un problema específico, con una historia administrativa singular, pero todos tienen en común los muchos años que llevan ya en la situación que se suponía provisional y breve, así como las molestias de todo tipo admitidas sin discusión.



En todos los casos ha habido denuncias de particulares y asociaciones, y en algunos se han llevado a cabo intervenciones del Servicio de Bomberos. El titular de la Concejalía de Urbanismo, Manuel Saravia, es consciente de la complejidad del tema, pero señala que "también es evidente la necesidad imperativa de actuar, puesto que no pueden dejarse por más tiempo estas obras que invaden las aceras, dificultan (o incluso imposibilitan, en algunos casos) el tránsito, se convierten en enclaves insalubres y ofrecen una pésima imagen del espacio en que se encuentran".



Por el valor de tales fachadas se dictó en el planeamiento urbanístico, hace años, su conservación, requiriendo su integración en las nuevas edificaciones que sustituyesen a los edificios originarios. Pero lo que iba a ser una solución para el breve plazo, que permitiría ver los nuevos edificios al cabo de un periodo razonable de tiempo se ha convertido, por el enorme plazo de tiempo transcurrido desde que se construyeron los apeos, en un problema. Y frente a él, parece obligado actuar desde la administración pública.



En definitiva, Urbanismo entiende que no hay dos casos iguales, de modo que en cada expediente se han de considerar las circunstancias específicas. Y así, en el caso de Dos de Mayo, donde ya se había dictado una orden de ejecución hace meses, se dispone ahora que la empresa recientemente contratada (en 2015) para llevar a cabo ejecuciones subsidiarias, afronte la eliminación urgente del entramado situado en la calle y lo sustituya por otro en el interior de la parcela. Respecto al edificio de San Martín, que fue objeto de una queja de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (Fecosva) del pasado mes de enero, y que había sido declarado en estado de ruina el 18 de abril de 2008, ante los indicios de posible colapso se ha pedido desde la Concejalía de Urbanismo un informe urgente de su estado de conservación, por ver si también cabe una solución semejante a la planteada en Dos de Mayo. Y en los otros dos inmuebles se ha convocado hoy mismo a la propiedad para analizar la situación y actuar en consecuencia. (También se ha convocado a los propietarios de Dos de Mayo y San Martín).



Debe recordarse que en un caso similar, en la misma Plaza Mayor, la propiedad optó no por instalar un apeo provisional en el interior de la parcela, sino por construir la estructura definitiva de una primera crujía que agarrase la fachada, de forma que más adelante la nueva edificación aprovechase esa obra, integrándola en su estructura. Se trata de una solución que bien podría llevarse a cabo, si la propiedad lo estima conveniente, en los inmuebles que estamos comentando. En cualquier caso, Saravia reitera la necesidad de resolver, en breve plazo, una situación completamente anómala que distorsiona, como se ha dicho, el buen uso de las calles afectadas.