Descripción

Los concejales de Planificación e Infraestructuras, Manuel Sánchez Fernández, y de Urbanismo, Cristina Vidal Fernández, han asistido esta mañana a la operación de lanzamiento y tensado de la pletina de acero corten de la pasarela peatonal que va a enlazar Arturo Eyries con el Camino Viejo de Simancas.

En esta delicada y llamativa maniobra intervienen veinticuatro cables auxiliares y dos gatos hidráulicos para tirar, iniciando la operación desde el estribo de la margen derecha (Arturo Eyries) hasta alcanzar su simétrico en la otra margen (La Rubia), tras lo que se procederá al anclaje de la pletina.

Se trata de una operación geométricamente compleja, ya que una vez considerados los principales condicionantes geométricos que rodean el lanzamiento, hay que sumar los efectos de las cargas actuantes de peso propio de los cables, la pletina y los carros de cuelgue. También se deben tener presentes las eventuales variaciones de temperatura durante el proceso, para determinar la posición final de la pletina, que será la adecuada para que su posición definitiva una vez ejecutada completamente la pasarela sea la prevista.

La nueva pasarela mejorará la conexión peatonal de las márgenes del río entre los puentes de la División Azul y de la Hispanidad, separados en unos dos kilómetros, lo que obliga en la actualidad a los peatones a efectuar grandes rodeos. La infraestructura salvará el cauce en la zona donde se quiebra hacia el oeste, uniendo los paseos peatonales que discurren junto al borde del río en la zona de instalaciones deportivas de Arturo Eyríes con el barrio de La Rubia, en el arranque del Callejón de la Alcoholera.

Ligereza, transparencia y modernidad

El aspecto final de la pasarela, que ejecuta la UTE "Pasarela Pisuerga" formada por las empresas Collosa y Pasavall, será la de una línea un poco curva que salta suave y limpiamente de una a otra orilla. Se ha buscado la máxima ligereza y transparencia, dentro de la modernidad conceptual del soporte. La plataforma tendrá una anchura útil de cuatro metros e incluirá un carril bici. Está rematada por barandillas construidas con pasamanos inoxidables y un cerramiento de cristal.

Entre ambas márgenes existe un desnivel de unos tres metros que se ha recogido en la construcción de la pasarela con una pendiente adecuada para el paso de peatones. Este desnivel ha posibilitado la disposición de una pasarela colgada del tipo «banda tensada». Se trata de una disposición muy moderna, que proporcionará a la estructura colgante una rigidez adecuada para el paso de las personas, sin movimientos perceptibles.

Uno de los trabajos más importantes han sido las cimentaciones en ambas márgenes, que dadas las características del terreno y de la obra se han resuelto por medio de cimentaciones profundas, con micropilotes de tubo de acero empotrados en el sustrato. De esta forma, se ha hecho frente a las malas condiciones del terreno en las laderas, donde además se encontró mucho material de relleno que obligó a adecuar el proyecto en este aspecto.

Las malas condiciones del terreno en las laderas han obligado a realizar un tratamiento de mejora de éste mediante inyecciones de cemento para garantizar el funcionamiento de los micropilotes y asegurar la estabilidad global en el entorno del estribo. Esta infraestructura tiene un coste de 2.272.841 euros con cargo al presupuesto municipal, y según las previsiones estará concluida en aproximadamente un mes.

La pasarela, que tiene forma de "U", es la segunda peatonal que se construye sobre el río Pisuerga, después de la situada aguas arriba entre el Museo de la Ciencia y la calle Juan Altisent, en el barrio Cuatro de Marzo, que entró en funcionamiento en verano de 2004.