Descripción

Valladolid presenta a partir de hoy martes día 30 de agosto, en la Sala Municipal de Exposiciones de la Casa Revilla, la exposición "GUARDIA¡ 190 años de historia de la Policía Municipal de Valladolid" con una selección fotográfica realizada por el historiador Enrique Berzal a partir de los fondos de la propia Policia Municipal.

La exposición ‘Guardia’ pretende ser un recorrido fotográfico por los 190 años de historia de la Policía Municipal de Valladolid. A través del material gráfico aportado por el propio cuerpo policial, ‘Guardia’ recoge las diferentes etapas históricas del mismo con ánimo divulgativo y en un lenguaje cercano al gran público.

Recogiendo la labor de la Milicia Nacional y, posteriormente, del Cuerpo de Voluntarios Realistas, el 12 de enero de 1826 se creó en Valladolid la Partida de Capa, cuerpo armado no militar cuya principal misión consistía en solventar el cada vez más agudizado problema de inseguridad pública: "Hacer guardar, ya de día, ya de noche, el orden y quietud pública de este honrado vecindario", rezaba el reglamento. El impulsor de este organismo, antecedente remoto de la actual Policía Municipal, fue Prudencio de Guadalfara Aguilera, duque de Castroterreño y capitán general de Castilla la Vieja. La Partida de Capa comenzó a funcionar con dieciséis hombres al mando de León Román.

Problemas motivados por la competencia entre los estamentos civil y militar, debido sobre todo a que los componentes de la Partida de Capa pertenecían al Regimiento de Chinchilla, motivaron la disolución del cuerpo y la creación, en 1833, de la Junta de Policía Urbana, formada por celadores que debían procurar el cumplimiento de lo establecido en los bandos municipales, especialmente todo lo relacionado con la limpieza y ornato de las calles. Este Cuerpo de Celadores de Policía Urbana comenzó con siete miembros más un celador mayor.

El 29 de diciembre de 1856 se creó, a partir del Cuerpo de Celadores de Policía Urbana y Alguaciles, el Cuerpo de la Policía Municipal, que comenzó a funcionar en 1858 con un jefe, un guardia de primera, dieciséis guardias y un presupuesto de 45.000 pesetas. Tuvo su primera sede en el número 36 de la Calle Boariza, que hoy equivale al número 5 de la calle Doctrinos. El primer Reglamento de este cuerpo data de 1866; más adelante, en 1893, se unificó con el Cuerpo de Serenos, sumando entonces 151 miembros, y en 1898 adoptó definitivamente el nombre de "Guardia Municipal".

Distribuida en tres secciones: Guardia Municipal Diurna, Nocturna y Montada, solo la segunda, debido a las peculiaridades del servicio, podía portar armas. En 1915, con una plantilla total de 155 miembros, se creó un nuevo cuerpo para el servicio diurno, denominado Cuerpo de Policía Urbana de Valladolid. En 1918 se suprimió el cuerpo de vigilantes nocturnos (serenos), todo el personal pasó a denominarse "Guardia Municipal de Valladolid" y para poder formar parte del mismo se dispuso la obligación de superar una oposición. Al año siguiente se estructuró el cuerpo en vigilancia de vereda o diurna, vigilancia nocturna y sección ciclista.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) se introdujeron novedades como la creación del puesto de guardia intérprete en un lugar próximo a la estación de ferrocarril, cuya misión era servir de asesoramiento y guía a los turistas y a otros visitantes extranjeros; la puesta en funcionamiento de la Academia de Guardias Municipales, y el traslado de la sede desde la calle Boariza hasta los locales situados en la parte baja de la Casa Consistorial. Luego, en el periodo republicano (1931-1936), se creó el servicio de tráfico rodado mediante la nueva sección de agentes de circulación, se instauró el carnet profesional y se aprobó un día de descanso a la semana.

La sublevación militar del 18 de julio de 1936 que provocó la Guerra Civil afectó de lleno al cuerpo de guardias municipales de Valladolid, que también sufrió la depuración de personal impuesta por los vencedores: 14 agentes fueron separados definitivamente del servicio y 7 resultaron suspendidos de empleo y sueldo durante 30 días. Además, al menos tres guardias murieron por causas relacionadas con la contienda. Las disposiciones legales de 1939 y 1940, acordes con las directrices y filosofía del régimen autoritario impuesto tras la guerra, dispusieron la subordinación de los Guardias Municipales a la Policía Gubernativa. Poco después, la sede del cuerpo se trasladó al Cuartel de San Ambrosio (actual Santuario Nacional de la Gran Promesa).

El incremento de población y la mayor demanda de servicios hicieron que el cuerpo de guardias municipales de Valladolid sumara 228 efectivos en 1948; al año siguiente se creó la sección montada para vigilar zonas y barrios del extrarradio como La Overuela y El Pinar, y se cambió el día del patrón, que pasó del "Día de la Guardia Municipal", el 1 de enero, al "Santo Ángel de la Guarda", el 1 de marzo. Entonces era tradición celebrar dicha festividad con una eucaristía en la iglesia de San Benito, mientras que cada guardia disfrutaba de dos bandejas de pasteles servidas por la célebre confitería ‘Polo’, y dos entradas para los cines ‘Avenida’ o ‘Roxy’.

El año 1952 supuso un hito importante en la historia de la guardia municipal, pues fue entonces cuando se promulgó la primera legislación unificadora que creaba oficialmente la "Policía Municipal", al tiempo que detallaba una estructura jerárquica que comenzaba en el Gobernador Civil, pasaba al Alcalde y llegaba hasta el Jefe del Cuerpo. Con la adquisición, en 1957, de cinco motocicletas de la marca Montesa se creó la Sección de Tráfico Motorizado, que aportó mayor movilidad al cuerpo, completó el servicio de vereda y supuso el fin de la sección ciclista.

El gran avance económico y social de los años 60 del siglo XX, década que para Valladolid supuso el despegue definitivo como capital industrial de Castilla y León, se dejó sentir también en la Policía Municipal, que en esos años adquirió los primeros vehículos patrulla Jeep marca Land-Rover, equipados con radio-teléfono, la primera grúa y las primeras motocicletas modernas (vespas). En la década siguiente se produjo la incorporación de la mujer mediante la creación, en 1971, de la Escala Femenina, que inauguraron 15 mujeres el 1 de enero de 1973. Valladolid era, en este sentido, la tercera capital española después de Córdoba y Madrid. Con todo, aquellas primeras policías no se podían casar, su trabajo se limitaba a las oficinas y debían llevar el pelo recogido.

Tras la muerte de Franco y la consolidación de la democracia en España se produjo un destacado proceso de modernización y renovación de la Policía Municipal en todos los aspectos: formación cultural y especializada, avance tecnológico, rejuvenecimiento de la plantilla, incremento presupuestario y mejora de las condiciones materiales y salariales. La década de los 80 trajo novedades como la nueva festividad del Cuerpo el 8 de septiembre, fiesta de Nuestra Señora de San Lorenzo, la reanudación de actividades de la Academia, la fusión, en 1982, de las Escalas Masculina y Femenina, la renovación del parque de vehículos y la inauguración, en 1985, de las modernas instalaciones de la Avenida de Burgos. Además, la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, define la Policía Municipal como Cuerpo de Seguridad y lo sitúa al mismo nivel de los Cuerpos Policiales del Estado y de otras Comunidades Autónomas.

La última década del siglo XX siguió incorporando nuevos avances modernizadores en la Policía Municipal. Junto a la Ley 12/1990, de 28 de noviembre, de Coordinación de Policías locales de Castilla y León, en 1994 se adquirió el primer equipo informático completo y al año siguiente entró en funcionamiento la Policía de Barrio, la primera de ámbito europeo en cumplir un Certificado de Calidad (el ISO-9002). A partir de 1996 se produjo un intenso y continuo despliegue de esta Policía de Barrio, lo que viene a demostrar la apuesta del cuerpo por la proximidad a los vecinos.

El siglo XXI trajo también nuevos avances en el servicio a los ciudadanos por parte de la Policía Municipal, avances asentados sobre la apuesta por las nuevas tecnologías, el fortalecimiento de la formación a todos los niveles y el incremento de plantilla. En 2002 entró en funcionamiento el nuevo Servicio de Atención a las Víctimas de la Violencia Doméstica, compuesto entonces por 12 agentes en turnos de 24 horas, tres años después se adquirió una nueva red de radiocomunicación digital con sus correspondientes terminales GPS, y se instalaron nuevos módulos en el moderno Centro de Operaciones. En todo este periodo, además, se ha potenciado la colaboración con la Policía Nacional a través de diferentes convenios.

La exposición podrá visitarse hasta el 2 de octubre de 2016, siendo la entrada libre.