Descripción

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y la concejala de Urbanismo, Cristina Vidal Fernández, han visitado hoy la calle Portillo de Balboa, que ha sido objeto de una completa reforma ejecutada por la empresa Arcebansa entre los meses de marzo y diciembre de 2009, con un presupuesto de 659.700 euros.

De esta forma se ha atendido una demanda vecinal constante en esta zona, y que no se había podido llevar a cabo con anterioridad al coincidir con otras urbanizaciones impulsadas por el Ayuntamiento en vías próximas, como Moradas o la Avenida de Palencia. La remodelación ha afectado a un tramo de calle que comprende una longitud de más de 350 metros, entre Cerrada y Amor de Dios.

Entre las mejoras efectuadas, cabe resaltar las que afectan a la ampliación de aceras con nueva pavimentación, la ordenación de los espacios de tráfico rodado y sobre todo del estacionamiento -con el fin de evitar la doble fila-, la plantación de arbolado y la renovación de la red de alumbrado, además de la creación de una zona estancial a la altura de la calle Linares.

Concretamente, las aceras quedan con una anchura variable según tramos entre dos y cuatro metros, sobre losa de terrazo de tipo pétreo, y alcanzan una superficie de casi 4.000 metros cuadrados, mientras que los estacionamientos, sobre adoquín prefabricado, son en batería -lado impar- y en línea junto a los pares.

Calzada de uno y dos carriles

A pesar de los cambios, se mantiene el número de plazas de aparcamiento, al compensarse con la transformación a batería de una franja que había en línea, en la embocadura de la calle Amor de Dios. La calzada dispone de un solo carril de 3,80 metros de anchura entre Cerrada y Soto, en sentido centro, en tanto que entre Soto y Amor de Dios es de doble sentido de circulación, para mejorar la movilidad en esa zona de Rondilla, y posee una anchura de 6,20 metros.

Respecto al alumbrado, se ha renovado totalmente (canalizaciones, cableado y puntos de luz), pasando éstos de colocación en fachada a instalarse sobre una veintena de báculos de nueve metros de altura, completados con cuatro farolas dobles de tipo ornamental en las zonas estanciales.

El proyectos ha contemplado no sólo la conservación del arbolado existente, compuesto por ocho grandes plátanos, a los que se añaden una treintena de tilos a lo largo de la calle y una docena de prunos en el perímetro del área estancial. No ha sido necesario proceder a cambiar las redes de saneamiento ni abastecimiento por hallarse en buen estado, aunque se ha introducido un sistema de goteo y un conjunto de canalizaciones para usos futuros.

Bancos, fuente y juegos infantiles

En cuando al mobiliario urbano, hay que citar que se concentra mayoritariamente en la intersección con la calle Linares, donde se han colocado bancos de listones de madera -18-, junto a una fuente y juegos infantiles sobre suelo de caucho. En la otra zona estancial que carece de estos juegos se baraja la posibilidad de ubicar un quiosco.

Finalmente, se han reordenado los semáforos existentes en las intersecciones, sin añadir ninguno nuevo, al tiempo que se han efectuado rebajes de bordillo para minusválidos en los pasos de peatones. En el cruce con Linares se ha dejado una línea de frenado para aminorar la velocidad. Las obras discurrieron de forma escalonada, por manzanas, para interferir lo menos posible en el tráfico, que ha circulado con normalidad salvo algún corte puntual.