Descripción

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el concejal de Infraestructuras y Movilidad, Manuel Sánchez Fernández, han recorrido hoy las obras de urbanización de la Avenida de Salamanca, que comenzaron el pasado mes de marzo y se dividen en cinco fases, de las que la primera -entre José Luis Arrese y Vicente Mortes- se halla bastante avanzada.

En el mencionado tramo puede observarse la buena evolución de la reforma, pues apenas tres meses después de su inicio ya están muy ultimada en lo referente a instalación de redes subterráneas de electricidad y riego, así como la pavimentación básica. Queda pendiente la colocación de los diferentes elementos de mobiliario y jardinería, además del aglomerado asfáltico en el capa de rodadura.

Asimismo, han comenzado las labores de pavimentación de la acera par, la que limita con la segunda fase de Huerta del Rey, entre la Avenida Sánchez Arjona y la Plaza San Bartolomé, sobre loseta de hormigón, que ahora mismo se centra de forma preferente delante de la Feria de Valladolid.

En la visita también se ha contemplado la construcción de un nuevo colector, a la altura de la confluencia de la calle José Acosta, y del desvío del existente, operación necesaria para salvar el paso subterráneo de vehículos en este punto de la avenida, que tendrá una longitud de unos 350 metros, entre las pendientes de entrada y salida y el propio tramo de túnel. La calzada dispondrá de cuatro carriles, dos en cada sentido, separados por una mediana estrecha.

Los trabajos en ambos colectores se encuentran muy avanzados, hasta llegar prácticamente al setenta por ciento de su ejecución. Más adelante, también habrá que acometer otra importante mejora en la red de saneamiento a la altura de la Plaza San Bartolomé.

Dieciséis meses de plazo

El criterio general que se está aplicando durante la ejecución de los trabajos, adjudicados a la UTE Ferrovial-Agroman-Zarzuela, por un importe de 9.218.665 euros y dieciséis meses de plazo, es el de mantener abierta al tráfico la calzada en sentido Burgos, preferentemente con los dos carriles de circulación, por ser el de mayor intensidad de circulación.

Por su parte, la circulación en sentido Tordesillas está suprimida en el tramo correspondiente a cada fase cuando se desarrollen en ella los trabajos, con la posibilidad de utilizar el desvío del eje paralelo a la Avenida de Salamanca que discurre por las calles Mieses y Monasterio del Escorial.

En cualquier caso, las repercusiones sobre el tráfico están siendo menores que en la reforma de la primera fase de la mencionada avenida, tanto por la existencia de mejores desvíos alternativos como por la planificación de la obra, al actuar en tramos cortos y dejar expeditos los cruces. La ejecución de esta primera fase de la obra concluirá próximamente, una vez trazadas por completo las glorietas partidas que regularán el paso de vehículos a la altura de José Luis Arrese y Vicente Mortes.

El diseño da continuidad a la remodelación ya efectuada entre el límite con Arroyo de la Encomienda y la calle Francisco Mendizábal, caracterizada por la ampliación de las aceras, el trazado de carril bici, la reducción de las medianas y la creación de un tercer carril en las calzadas justo inmediatamente antes de las intersecciones, con el fin de aligerar el tráfico de vehículos al atravesar los semáforos.