Las mediciones en las nueve estaciones se han mantenido dentro de los valores límites establecidos para cualquier contaminante
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el concejal de Desarrollo Sostenible y Coordinación Territorial, Jesús Enríquez Tauler, han dado a conocer los datos sobre la calidad del aire en la capital durante 2008, que confirman que a lo largo del pasado año la ciudad registró una de las mejores situaciones de calidad de aire desde la entrada en funcionamiento de la Red de Control (1991), al haberse mantenido las concentraciones de los diferentes contaminantes dentro de los límites establecidos al efecto.
Para la evaluación de la calidad del aire se han utilizado, como en años anteriores, los datos obtenidos de la Red de Control de la Contaminación Atmosférica de Valladolid (RCCAVA), que obtuvo a lo largo de 2008 su acreditación ENAC como laboratorio de ensayos bajo la norma ISO 17.025. Con esta referencia la Red de Valladolid se ha convertido en la primera red española en obtener este título.
La Red de Control está formada actualmente por nueve estaciones de medida: Arco de Ladrillo, La Rubia, Vega Sicilia (Parque Alameda), Labradores, Santa Teresa, Puente de Regueral, Paseo del Cauce, Fuente Berrocal y Cementerio del Carmen. En cada una de ellas hay diferentes equipos de medida no necesariamente coincidentes.
Los contaminantes atmosféricos que se controlan actualmente y el número de medidores automáticos para cada uno son los siguientes:
También hay cuatro equipos de medida continua del ruido ambiente, otro contaminante atmosférico aunque de carácter inmaterial. No obstante,, por su tamaño, Valladolid cumpliría legalmente con disponer de dos equipos de medición para cada uno de los contaminantes citados.
La tabla siguiente recoge esquemáticamente esta información (equipos de medida en cada una de ellas):
SO2 Pm10 NO2 O3 CO Ruido
Los datos facilitados hoy, en consecuencia, permiten afirmar que 2008 ha sido un año en el que la ciudad ha disfrutado de una calidad del aire excelente. De un repaso de la situación referida a cada uno de los contaminantes, cabe destacar, en primer lugar, que los datos relativos a SO2 y CO (dióxido de azufre y monóxido de carbono) siguen confirmando que se trata de dos contaminantes prácticamente residuales, con concentraciones en el aire ambiente muy bajas.
Los contaminantes atmosféricos que verdaderamente importan son el dióxido de nitrógeno, el material particulado y el ozono. El NO2 (dióxido de nitrógeno) es un contaminante clásico del ambiente urbano que en bastantes ocasiones ha dado lugar a diferentes superaciones de los valores límite establecidos. Se produce en los procesos de combustión y su origen principal es el tráfico de todo tipo de vehículos con motor de combustión interna.
La incorporación de catalizadores en la flota más moderna de automóviles ha contribuido notablemente a su disminución. Hay establecidos dos valores límite de protección de la salud humana para este contaminante:
El material particulado Pm10 (partículas de tamaño inferior a 10 micras) es un conjunto de sólidos de diferente composición que por su tamaño tan pequeño pueden permanecer suspendidos en el aire ambiente un período de tiempo, a veces muy prolongado, antes de su depósito en el suelo. El fenómeno es particularmente acusado en determinadas condiciones de estabilidad atmosférica (ausencia de viento, nieblas...) tan frecuentes en Valladolid.
Proceden en buena medida de las emisiones de los vehículos con motor diesel, cuyo porcentaje en el conjunto total del parque móvil ha crecido espectacularmente los últimos años. Seguramente es ésta la razón por la que el mencionado contaminante pueda ser calificado hoy como el de más incidencia en el ambiente urbano de casi todas las ciudades, y el que da lugar a la mayor cantidad de superaciones de los límites establecidos.
Hay dos valores límite establecidos para este contaminante:
Hay que advertir dos cuestiones: la primera, que el pasado mes de mayo entraron en servicio un conjunto de cuatro nuevos instrumentos con un sistema de muestreo plenamente adaptado a la normativa europea. El importe total de esta inversión ha ascendido a 199.500 euros, para adquirir unos equipos que permiten la toma de muestras con los estándares establecidos sobre el tipo, características y dimensiones de los cabezales.
Con esta implantación de los equipos, se adelanta el inicio de la monitorización que estaba prevista para 2010, para atender las recomendaciones de la Comisión en el sentido de pedir a las redes una anticipación de este tipo. Gracias al nuevo material, desde ese momento no se aplica ningún factor de corrección y los resultados finales en cuanto a concentración del contaminante han sido incluso mejores que los del año anterior cuando sí se aplicó factor de corrección.
La segunda, que los presentes datos se dan sin quitar los días de intrusión de polvo africano, por lo que tienen el carácter de provisionales hasta que esta situación ocurra, siendo muy probable que al aplicar la restricción correspondiente ninguna estación de la red sobrepase los valores establecidos como límite.
El O3 (ozono) es un gas fuertemente oxidante (tres átomos de oxígeno por cada molécula) que, si bien en las capas altas de la atmósfera su presencia es de vital importancia para la vida en la tierra actuando como escudo protector contra la radiación ultravioleta procedente del sol, resulta en cambio ser un peligroso contaminante en la troposfera o capa baja de la atmósfera donde está el aire que respiramos y que en concentraciones altas puede afectar seriamente a las vías pulmonares.
Hay un conjunto muy complejo de reacciones fotoquímicas por el que se produce su presencia en el aire como típico contaminante secundario, teniendo como precursores fundamentales los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y la radiación solar. La cuenca mediterránea está fuertemente afectada por la contaminación atmosférica del ozono, más acusadamente durante el verano.
Existen tres umbrales (no valores límite) determinados legalmente para este contaminante:
Número de superaciones del umbral de protección de la salud para ozono (O3) en 2008