Descripción


En la Sala Municipal de Exposiciones del Museo de Pasión se ha presentado hoy, 2 de marzo, la muestra "OBRA GRAFICA Y MÚLTIPLE CONTEMPORÁNEA. DE PICASSO A ANISH KAPOOR" con obras de Barceló, Beuys, Chillida. Damien Hirst, Anish Kapoor, Kounellis, Sol Lewitt, Lichtenstein, Miró, Picasso, Saura, Serra. Tàpies, Andy Warhol, ... entre otros.


Al acto han asistido la concejala de Educación, Infancia e Igualdad, María Victoria Soto; y el comisario de la muestra, Cecilio Rodríguez.


Esta exposición revela la evolución de una serie de prácticas artísticas que tienen en común el uso intensivo de representaciones susceptibles de ser reproducidas por medios mecánicos y/o digitales (grabado, litografía, xilografía, linóleo, impresión digital, fotografía…) junto con una reflexión sobre la relación entre el artista y sus procedimientos. Se quiere reflexionar sobre la relación actual entre producción artística y tecnología. De este modo, la exposición se posiciona en la intersección de dos sistemas: la articulación entre una colección de arte moderno y contemporáneo, y la historia del arte, usando el vínculo entre arte contemporáneo y reproducibilidad técnica.


Hacia 1936 Walter Benjamín concibe "La Obra de Arte en la época de su reproducibilidad técnica". Benjamín indica que la obra de arte ha sido desde tiempos remotos, susceptible a ser reproducida. Por eso mismo parece indiscutible que la obra de arte en la época de la reproducibilidad técnica ha cambiado. Al tratar de copiarla, en busca de proximidad a lo originalmente creada, la obra se transforma. Deja de ser auténtica, ya no es única. Y es que el hombre ha reproducido, primero con fines mágico-religiosos, y más tarde los alumnos de artistas para adquirir práctica. De esta forma, en su afán de tener todo accesible copió primero a mano los textos sagrados dentro de los monasterios durante la Edad Media y más tarde se dio el boom de la reproducción, que fue la aparición de la imprenta de tipos móviles hacia 1440.


Además, gracias a la litografía, creada a inicios del siglo XIX, la gráfica fue capaz de acompañar a la vida cotidiana. Comenzó a tener tanta importancia como la imprenta, aunque sería superada posteriormente por la fotografía. Walter Benjamín nos plantea el concepto de lo que define como "aura". El aura es aquello que nos hace levantar la mirada y contemplar la obra de arte, es el poder que tiene, por ejemplo, una creación artística de causar sensaciones inexplicables.


No es un secreto que en esta época reproducir una obra es extremadamente fácil comparado con los albores de la civilización, donde se hacían copias cien por ciento a mano o auxiliados de instrumentos no muy ágiles en la copia.


Las obras de arte copiadas a mano degradan, por así decirlo, un poco su aura. Benjamín denota a la nuestra como sociedad donde se hace todo lo posible para eliminar lejanías, donde las masas quieren acercarlo todo, tener bajo su total dominio lo creado mediante la reproducción.


Las masas de hoy parece que necesiten que todo les sea más próximo. Parece, pues, según este punto de vista, que hacer las cosas más próximas sea "más humano".


Manifiesta que, si bien por un lado, el arte se encuentra al alcance de las masas, lo que se marchita de la obra en la época de su reproductibilidad técnica es su aura y aparejado a este concepto, nos dice que la organización de la percepción humana está condicionada tanto de manera natural como histórica, es decir nos habla además del carácter ritual y político de la obra de arte. Cuando el avance tecnológico hace su entrada rompe el aura, la destruye.


Walter Benjamín hace un recuento sobre esta irrupción: con la litografía, la técnica de la reproducción alcanza un grado fundamentalmente nuevo. Este proceso, más preciso "distingue la transposición del dibujo sobre una piedra de su incisión en taco de madera o de su grabado al aguafuerte en una plancha de cobre", y permitió que el arte gráfica pudiera masificarse. Esta técnica capacitó al dibujo para acompañar, la vida diaria. Fue entonces, cuenta el autor, que se unió a la imprenta. Pero en estos comienzos fue aventajado por la fotografía pocos decenios después de que se inventara la impresión litográfica.


Con la aparición de la fotografía, la mano del artista ya no tiene que encargarse de plasmar las emociones, la luz, los colores. Todo concierne al lente de la cámara: es más fácil y rápido captar un momento a través del lente que dibujarlo. Además, existen ciertos detalles que hacen diferentes a lo captado por el lente en un instante una verdadera maravilla, como las condiciones de iluminación, determinados filtros que podrían aplicarse a la cámara, seleccionar diversos puntos de vista, inaccesibles en cambio para el ojo humano. También es más factible la fotografía que la pintura, por ejemplo, pues se pueden obtener muchas copias de manera más fácil. La fotografía es el primer método de reproducción verdaderamente revolucionario.


Esta exposición pretende abordar la compleja situación que se produce en el momento en el que se automatiza la reproducción y los procesos creativos se ven sometidos a este nuevo espectro que revoluciona tanto la creación como el espacio público y la recepción de las obras por parte del mismo.


La perspectiva empleada será la de una óptica contemporánea, de forma que se emprenderá la labor de indagar en lo que tiene de actual el texto de Benjamín y de diversos autores posteriores al autor que han actualizado su perspectiva en relación al tema de la reproducción.


De esta manera, se llevarán a cabo tres visiones distintas del mismo fenómeno: por una parte, la del propio concepto de copia, el significado que ésta tiene para Walter Benjamín, cuál es su función y en qué se diferencia de la idea de "copia" llevada a cabo por sus coetáneos y que también está en continuo conflicto con esta hoy en día.


Por otra parte, tras la definición y análisis del concepto, se procederá a la observación de la relación de esta copia con el público, es decir, cómo afecta la reproducción (y el conocimiento de esta reproducción) a la relación de los sujetos con las obras, cómo se transforma la recepción del mensaje a través de la copia y se intentará trasladar estas ideas a la actualidad en la cual, con la existencia de Internet, la copia y su expansión social se llevan a cabo en todos los ámbitos de forma diaria y masiva.


Por último, estas visiones se completarán con el compromiso democratizador de la copia y cómo las características técnicas de la Modernidad se sitúan en estrecha relación con lo político, lo ideológico y una concepción de ampliación del espectro informativo que no se tenía hasta la época y que hoy en día suscita candentes debates acerca de la lucha entre la unicidad de la obra de arte y el derecho público a su conocimiento.