Descripción

El Ayuntamiento de Valladolid ha decretado una orden de ejecución para subsanar las deficiencias detectadas en el inmueble sito en la calle San Martín número 4 y 6, cuyo muro de cerramiento lateral derecho se vino abajo el pasado 27 de mayo, y sobre el que no procede la declaración de ruina al no hallarse fallos estructurales.

El decreto, que toma como base un informe técnico del Área de Urbanismo realizado tras revisar el inmueble, obliga a los propietarios a apuntalar la zona colindante con el muro derruido en una extensión superficial de 45 metros cuadrados, y en toda la altura del inmueble, que habrá de realizarse en el plazo máximo de diez días, una vez notificada la orden.

Asimismo, este trabajo, que se ejecutará bajo la pertinente dirección técnica, incluirá la demolición controlada del témpano situado en la vertical del muro derruido, junto al hastial que todavía subsiste y ofrece riesgo de desprendimiento. A partir de ese momento, un técnico revisará el inmueble para adoptar las medidas que proceden respecto a su ocupación.

Por otro lado, una vez asegurada la estabilidad del inmueble se procederá a realizar la reconstrucción y reparación de la zona dañada tras el desprendimiento en todas sus plantas, incluidos elementos de cerramiento, tabiquería e instalaciones interiores necesarias para la habitabilidad. También habrá que reponer las galerías posteriores con el diseño original de la carpintería.

Influencia de las trombas de agua

El informe establece como causa del derrumbe las últimas trombas de agua registradas en la ciudad en los días anteriores al desplome, con unas precipitaciones cercanas a los cien litros por metro cuadrado. Este elevado nivel de humedad empapó el muro, por deficiencias en canalones y bajantes, con la consiguiente disgregación y ruina de su fábrica.

Dentro del inmueble, esta zona se destina en todo su desarrollo vertical a baños y cocinas, en la que se han detectado situaciones de sobrecarga que han contribuido a provocar el colapso del muro. En todo caso, la pared derruida no tiene carácter estructural sino de cerramiento, y estaba realizada en ladrillo macizo recibido con mortero de cal, de unos cuarenta centímetros de espesor, con unas medidas de siete metros de longitud por once de altura.