Descripción

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, junto a diversos concejales, ha inaugurado esta mañana el edificio de diecisiete apartamentos compartidos, de convivencia intergeneracional y en régimen de alquiler, que la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda (VIVA) promueve en la calle Julián Humanes, en La Pilarica, una iniciativa pionera en la región.

Adjudicada a Constructora Hispánica por un importe de 1.461.480 euros, la ejecución del inmueble comenzó a finales de 2005. El proyecto ocupa un solar de más de 750 metros cuadrados de superficie, con una edificabilidad de 2.306 metros cuadrados para albergar las unidades habitacionales.

Esta modalidad de alojamiento compartido va dirigida a personas mayores y jóvenes, una fórmula original de convivencia muy similar al puesto en marcha en otros lugares de España como Madrid, Navarra, País Vasco y Alicante. La demanda inmobiliaria de ambos sectores de población se dirige, por sus condiciones peculiares, hacia este tipo de apartamentos.

Tales experiencias llevadas a cabo con el patrocinio de las administraciones locales han animado al Ayuntamiento a acometer una actuación similar. De hecho, el Plan Municipal de Suelo 2004-2007 posee un epígrafe concreto dedicado a los apartamentos protegidos, con la previsión de poner a disposición del mercado inmobiliario de Valladolid una cifra comprendida entre las 100 y las 150 viviendas de esta tipología promovidas desde la sociedad VIVA.

En esta cifra figura una segunda actuación programada en el Camino del Cementerio, donde se está construyendo un edificio de planta baja más dos alturas que albergará otros veinticuatro apartamentos ejecutado por la empresa Teconsa.

Convivencia y diseño funcional

El edificio, según el proyecto redactado por el arquitecto Javier Espeso, responde a un modelo de apartamento intergeneracional para permitir la convivencia real entre jóvenes y mayores, que destaca por su diseño moderno y funcional con espacios comunes. Asimismo, como solución arquitectónica novedosa aporta las siguientes ventajas:

  • Proporciona a los mayores una vivienda confortable, accesible y urbana.
  • Evita el aislamiento y la soledad de los mayores tener el edificio todas sus viviendas ocupadas.
  • Mejora de su calidad de vida, por los servicios comunes prestados; su nivel anímico y sus condiciones de seguridad.
  • Alarga el tiempo de vida independiente y la autonomía de los mayores, con el consiguiente ahorro de recursos públicos prestados.
  • Fomenta el intercambio de experiencias y conocimientos entre ambos grupos.

El inmueble se concibe como un edificio distinto a las viviendas convencionales y a una residencia de ancianos al uso, con una serie de características propias. Cada apartamento tiene una superficie útil de 40 metros cuadrados, apta para dos personas, distribuidos entre el dormitorio, vestíbulo, aseo, salón-cocina y terraza.

Por otro lado, el inmueble alberga sótano -trasteros, plazas de garaje y lavandería-; planta baja -comedor común, tres viviendas para discapacitados, zonas verdes y de convivencia-; planta primera -siete apartamentos-; planta segunda -siete viviendas- y la planta cubierta, que albergará la cubierta ecológica, terraza transitable y paneles de energía solar.

Espacios comunes

Merece la pena resaltar que el proyecto se concibe como un espacio público abierto al barrio para favorecer la integración y la relación con el vecindario de bloques aledaños, junto a espacios de servicios comunes muy versátiles que permiten diversos usos:

  • Pequeño huerto bioclimático adaptado sobre galería invernadero.
  • Salón polivalente para ordenadores, lectura, espacio de relación, gimnasio, biblioteca...
  • Lavandería.
  • Zona de comedor común.

El edificio contará con un servicio de mantenimiento general que se encargará de las infraestructuras (ascensor, calefacción...) y de la limpieza de estancias comunes.Por último, VIVA ya ha abierto el procedimiento de acceso de los mayores a los apartamentos. Los demandantes tendrán que cumplir requisitos como estar empadronados en la ciudad con una antigüedad de al menos dos años; estar inscritos en el registro de demandantes de viviendas protegidas de Castilla y León y tener unos ingresos entre 0,8 y 4 veces el IPREM.

Hasta el momento, la sociedad municipal ha recibido 25 solicitudes para ocupar los apartamentos, aunque el plazo permanecerá abierto hasta el próximo 18 de mayo. Por su parte, la Universidad asume el proceso de selección de los estudiantes interesados en beneficiarse de este tipo viviendas.