Descripción

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha presidido hoy el acto de entrega de premios a los ganadores del I Concurso Internacional de Microrrelatos sobre Diversidad Cultural, en las categorías de adultos, juvenil e infantil, al que han concurrido textos enviados por 285 participantes de catorce países, la mayoría de ellos de Hispanoamérica.

A la entrega han asistido los tres galardonados (Isabel González González en adultos; María Giralda Jambrina, en juvenil, y Miguel Ángel Fernández Ortiga, en infantil), quienes recibieron sus premios de manos del alcalde. El reconocimiento es una obra gráfica cedida por el artista Gonzalo Martín-Calero que les acredita como tales, además de un cheque regalo para la adquisición de libros.

La cuantía del cheque es de 300 euros -categoría infantil-, 450 euros -categoría juvenil- y 600 euros -categoría adulto-, para canjear por libros en la Librería Oletum o en Oletum Junior, empresa patrocinadora del concurso.

El Ayuntamiento de Valladolid, dentro del marco de la celebración del Centenario de la Casa Consistorial y de 2008 como "Año Europeo del Diálogo Intercultural", presentó el pasado 21 de mayo el I Concurso Internacional de Microrrelatos, centrado en el tema de la diversidad Cultural. El Consistorio impulsa así la labor de la literatura, de la educación y el papel de las bibliotecas como catalizadoras del diálogo intercultural.

Un total de 285 relatos han participado en el concurso internacional, con textos enviados desde diferentes ciudades de España, Francia, Alemania, EEUU, México, Chile, Colombia, Cuba, Argentina, El Salvador, Perú, Venezuela, Uruguay y China, con textos en inglés, francés y español.

Dictamen del jurado

El jurado, presidido por Fernando Rubio Ballestero, consejero delegado de Presidencia y responsable de Relaciones Internacionales, e integrado por Paz Altés Melgar, responsable de la Unidad de Publicaciones del Ayuntamiento de Valladolid, y Estrella García, directora de Oletum y Oletum Junior, determinó el miércoles 9 de julio que los ganadores de los premios son:

  • Categoría adulto: Isabel González González, con el microrrelato titulado "La Capa".
  • Categoría juvenil: María Giralda Jambrina, con el microrrelato titulado "Departamento de Cucharillas".
  • Categoría infantil: Miguel Ángel Fernández Ortega, con el microrrelato titulado "¡Menuda Panda!".

El I Concurso Internacional de Microrrelatos ha sido difundido en la web municipal www.ava.es, en los centros educativos de la ciudad, en las bibliotecas públicas, centros cívicos, Área de Acción Social (Centro de Atención al Inmigrante) y a través de las posibilidades que ofrece la web.

Al tratarse de una iniciativa de la Unidad de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Valladolid, se ha invitado a participar en el concurso a las ciudades hermanadas con Valladolid: Lille, Florencia, Orlando y Morelia, y Boston, ciudad con la que Valladolid ha firmado un protocolo de amistad.

El Consistorio agradece a los concursantes su participación en el certamen, con textos de un máximo de 2008 caracteres espacios incluidos, por haber abordado el amplio y complejo tema de la "Diversidad Cultural" a través de microrrelatos de gran calidad literaria que reflejan una notable sensibilidad.

Microrrelatos premiados

  • Ganadora Categoría Adulto: Isabel González González

"La capa"

Mi hijo me ha preguntado: "¿Dios tiene capa?" Y yo no he sabido qué contestarle. Porque él cree en Supermán y Supermán sin capa no es más que un hombre cualquiera. "No, no tiene capa", le he respondido por fin. Lo más honestamente que he sabido. Mi hijo me ha mirado muy serio, ha meditado un rato y me ha dicho: "por eso no puede bajar de las nubes". "Por eso", le he contestado yo. Después hemos visto el telediario. Gente desesperada que trataba de saltar una valla entre dos mundos. Gente sin capa.

  • Ganadora Categoría Juvenil: María Giralda Jambrina

"Departamento de cucharillas"

Tercero izquierda, departamento de cucharillas. Ese es mi hábitat natural. Convivo con las cucharillas de café y de postre. Pero yo soy diferente. Soy la cuchara de la papilla del pequeño de la casa. Supongo que por eso, a veces Luisa (la cuidadora) se confunde y me coloca en el departamento de los tenedores pequeños. Como yo no tengo cresta, me miran un poco raro, pero nos llevamos bien.

El otro día Doña Sonsoles trajo dos nuevos amigos para mí. Un tenedor rojo y un cuchillo verde. Los dos de plástico y pequeñitos como yo. El tenedor no es tan simpático como los de aluminio. Además por abajo pone: MADE IN CHINA. ¿Dónde estará eso? El cuchillo es muy refinado y amable, pero tiene una forma de hablar un tanto rara. Me ha dicho que es por su acento francés, pero yo creo que es esa sierra sin dientes para que no se corte el bebé lo que le hace llamarme "cuchaga" en lugar de "cuchara.

Hoy la bandeja de los cubiertos está inquieta. Rumorean que a los cubiertos de plástico nos van a separar de los de aluminio y nos van a meter en otro cajón. A mí no me preocupa mucho. Nos veremos por las noches en la fiesta del agua del lavavajillas.

Tras el abrillantador, todos lucimos igual.

  • Ganador Categoría Infantil: Miguel Ángel Fernández Ortiga

"¡Menuda panda!"

Érase una vez una clase donde había de todo. Un lunes, la profesora, juntó a una pija, un macarra, una gótica y un empollón, para hacer un trabajo de lengua. Los niños se llevaban fatal y no se ponían de acuerdo en nada de nada.

En el trabajo sacaron un "0". Más tarde, la profesora dijo:

Profesora: - ¡Eh vosotros! Tenéis un 0

Gótica: - Menuda

Pija:- ¡O sea un supercero!

Macarra: - ¡Va! A mi me da lo mismo

Empollón: ¡Es la peor nota que he sacado en mi vida!

Al final de la clase fueron a hacer un trabajo de Conocimiento del Medio, en el que colaboraron todos y la gótica escribía, la pija coloreaba, el empollón decía las respuestas y el macarra... el macarra...bueno algo hacía.

En este trabajo sacaron muy buena nota porque todos participaron.

Después de todo esto, la pija empezó a llevar ropa negra, el empollón se hizo una cresta, la gótica se tiñó de rosa y el macarra empezó a estudiar.

Aunque por fuera seamos diferentes, por dentro tenemos el mismo corazón.