Descripción

  • Es la primera ciudad española en firmar esta declaración que establece los principios del alumbrado público a partir del uso de las nuevas tecnologías y de mayor eficiencia energética

La concejala Cantalapiedra y la presidenta de LUCI durante la clausura de la jornadaImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoLa concejala Cantalapiedra y la presidenta de LUCI durante la clausura de la jornada

Valladolid se ha adherido esta mañana a la Carta LUCI de principios de iluminación sostenible en el marco de las jornadas que esta red internacional celebra en el Museo Patio Herreriano, en un acto que ha contado con la presencia de la concejala de Cultura, Comercio y Turismo y primera teniente de alcalde, Mercedes Cantalapiedra Álvarez, y de la presidenta de LUCI y alcaldesa adjunta de Gante, Martine de Regge.


Según ha explicado Cantalapiedra, la firma de este protocolo de adhesión hace de Valladolid la primera ciudad española que se une a este grupo de 34 urbes, en su mayoría europeas, que tratan de definir la iluminación pública a partir de buenas prácticas basadas en la eficiencia energética y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.


"Estos principios –precisó la concejala- están en plena consonancia con las políticas del Ayuntamiento de Valladolid plasmadas en la Agenda Local 21, el Pacto de Alcaldes y el Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES). Es una satisfacción comprobar que remamos en la misma dirección que otros al asumir los compromisos".


Tras destacar la labor de la Concejalía de Urbanismo y del Área de Presidencia en esta materia, Mercedes Cantalapiedra adelantó la voluntad del Ayuntamiento de proponer en el seno de la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), que tiene su sede en Valladolid, la redacción de un manifiesto a favor de una estrategia innovadora compartida de iluminación urbana.


Valladolid ha sido una de las primeras ciudades de España en explotar las posibilidades tecnológicas existentes, "no solo para rebajar sustancialmente el coste económico del alumbrado público sino para poner la luz al servicio de las personas y del realce de su patrimonio artístico y monumental", concluyó.