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Los representantes de los trabajadores de la empresa láctea Lauki, amenazada de cierre, mantuvieron este lunes un encuentro de trabajo con el alcalde de Valladolid, Oscar Puente, con quien comentaron el preacuerdo alcanzado hace unos días para vender la empresa a otra firma, de cuya identidad, el alcalde ha insistido en mantener la confidencialidad.

Puente expresó su "satisfacción moderada", puesto que no se ha alcanzado el objetivo, pero se ha avanzado en él, y destacó que "la unión de los trabajadores, la firmeza en la defensa de sus intereses y el apoyo institucional dan un margen a la esperanza hasta el 30 de septiembre, para negociar que una empresa se haga cargo de la planta, para que conserve el empleo y la actividad".

La apertura de esa puerta, dijo el alcalde, es un motivo "para que nos felicitemos todos, también la sociedad vallisoletana, que ha respaldado a los trabajadores", así como "para el optimismo", aunque "hay que seguir vigilantes".

La condición impuesta por Lactalis de que la empresa compradora no sea una láctea que suponga una competencia para su marca, se suma a "la confidencialidad que exigen las empresas" -algunas del sector lácteo, pero algún otro grupo empresarial ajeno al sector- durante la negociación, señaló el alcalde, e instó a respetar ambas cosas.

Puente explicó que ha mantenido entrevistas con algunos posibles compradores e incluso empresas expertas en la intermediación, capaces de reconvertir una empresa para conseguir el mantenimiento del empleo, algo que en Europa, señaló, es muy común.