Descripción

La familia de Manuel Jiménez-Alfaro dona al Archivo Municipal más de doscientos documentos de distinto tipo (cartas, memorias, informes, fotografías) esenciales para el conocimiento de las circunstancias que rodearon la fundación y los primeros años de andadura de la empresa Fabricación de Automóviles Sociedad Anónima, más conocida por su acrónimo de F.A.S.A.


Al acto, celebrado en el Salón de Recepciones de la Casa Consistorial, asistieron el alcalde de la ciudad, Óscar Puente; Carmen Jiménez-Alfaro Gomá y Antonio Ribas Jiménez-Alfaro, familiares directos del fundador de la Compañía, así como Eduardo Pedruelo, director del Archivo Municipal.


Todos los estudios sobre la creación de la empresa y su implantación en Valladolid coinciden en señalar que este proyecto solo pudo ser posible gracias a la fe ciega, al empuje y al tesón de Manuel Jiménez Alfaro, de quien Santiago López, otro nombre imprescindible en la historia de la fundación de la primera empresa de Valladolid, diría en 1986 que "fue en realidad el verdadero fundador de F.A.S.A. y su espíritu emprendedor y de visión de futuro fue el que hizo confiar a los empresarios vallisoletanos".


Manuel Jiménez-Alfaro y de Alaminos (Sanlúcar de Barrameda, 1898 - Madrid, 1992), militar de carrera graduado por la Academia de Artillería de Segovia, fue uno de los fundadores del Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción (C.I.A.C.). Profesor principal de automovilismo en la Escuela Politécnica del Ejército y consejero del Instituto Nacional de Industria (INI), en 1951 pidió una excedencia de dos años en la carrera militar y se trasladó a Valladolid con la intención de poner en marcha su proyecto, que culminaría con la fundación de la empresa F.A.S.A., de la que fue director gerente hasta julio de 1956, en que fue destinado a dirigir la Fábrica Nacional de Toledo. Sin embargo su vinculación con la empresa no terminará ahí, ya que permaneció en el Consejo de Administración de F.A.S.A.- Renault hasta 1990, dos años antes de su muerte.


Gracias a los documentos que sus herederos donan ahora a la ciudad de Valladolid se pueden conocer las dificultades políticas, ideológicas y económicas que Jiménez-Alfaro tuvo que vencer para sacar adelante su proyecto empresarial durante los meses que preceden a la fundación de la empresa, cuyos hitos fundamentales son la firma en Paris del contrato de cesión de la licencia para fabricar en España el Renault 4 CV el 12 de febrero de 1951; la presentación en la Delegación de Industria de Valladolid del proyecto el 14 de mayo de 1951; la impugnación del proyecto a cargo de la Sociedad Española de Automóviles y Turismo (SEAT) y las trabas puestas por los responsables del INI, que fueron superadas gracias a la oportuna intervención del ministro Carrero Blanco.


Una vez aprobado el proyecto por el Consejo de Ministros el 10 de octubre de 1951, se inició una nueva fase que desembocó en la firma de la escritura de constitución de la empresa el 29 de diciembre de 1951 a cargo de Manuel Jiménez-Alfaro y de cinco destacadas personalidades de la vida jurídica, empresarial y financiera de la ciudad: los abogados Francisco Mateo Martínez y José Luis Gutiérrez Semprún, el futuro alcalde de la ciudad Santiago López Martínez y los industriales Eusebio Caro Rodríguez y Eduardo Fernández Araoz.


Documentos como el contrato del 12 de febrero de 1951 entre "Regie Nationale Des Usines Renault" y Manuel Jiménez-Alfaro que dio origen a la empresa, la memoria descriptiva para la fabricación del Renault 4-CV (el primer utilitario auténticamente español recientemente declarado Bien de Interés Cultural), o las cartas intercambiadas por Jiménez-Alfaro y los ministros Carrero Blanco y Planell Riera, además de memorias, fotografías e informes relativos a los primeros años de vida de la empresa, serán próximamente descritos y digitalizados y pasarán a disposición de los ciudadanos e investigadores, contribuyendo a arrojar luz sobre un capítulo fundamental de la historia reciente de nuestra ciudad.


El alcalde de Valladolid recordó todos estos hechos durante el acto en el que se rubricó la donación y subrayó la "gran satisfacción" con la que el Ayuntamiento de la ciudad se hace cargo de poner los documentos y el busto del escultor José Torres Guardia, también recibido, a disposición de los ciudadanos.