Descripción


El salón de actos del MUSEO PATIO HERRERIANO DE VALLADOLID, presentara los días 11, 12, 14, 17 y 18 de septiembre, a las 19 horas, un ciclo dedicado al gran director FRANÇOIS TRUFFAUT, con la proyección de cinco de sus grandes películas. Las proyecciones se realizarán en versión original con subtítulos en castellano, siendo la entrada gratuita.


El programa es el siguiente


Martes 11 de septiembre, a las 19 horas.

"LOS CUATROCIENTOS GOLPES" Les quatre cents coups. 1959 - 94 minutos.

Dirección: François Truffaut

Miércoles 12 de septiembre, a las 19 horas.

"JULES Y JIM" Jules et Jim. 1961 - 104 minutos.

Dirección: François Truffaut

Viernes 14 de septiembre, a las 19 horas.

"FAHRENHEIT 451". 1966 - 108 minutos.

País: Reino Unido

Dirección: François Truffaut


Lunes 17 de septiembre, a las 19 horas.

"LA PIEL DURA" L’argent de poche. 1976 - 105 minutos.

Dirección: François Truffaut


Martes 18 de septiembre, a las 19 horas.

"EL ÚLTIMO METRO" Le dernier métro. 1980 - 128 minutos.

Dirección. François Truffaut


François Truffaut (1932-1984)


Apasionado del cine, revisaba constantemente los clásicos con fervor casi religioso. Cinéfilo ante todo, François Truffaut fue también un revolucionario de la crítica que contagiaba a sus lectores el amor por el cine al tiempo que derrumbaba los absurdos prejuicios de los intelectuales del Séptimo Arte. Supo expresar su particular visión del mundo en sus películas como director, siempre pobladas de personajes que reproducían su pasión por el cine, el arte, la literatura las mujeres y la vida. "¿Qué es un director de cine? Un hombre que responde a preguntas de todo tipo. Algunas veces, conoce las respuestas", decía él mismo sobre su profesión, en uno de los diálogos del personaje que interpretó, el director de cine de La noche americana.


Nacido en la capital francesa, el 6 de febrero de 1932, François Truffaut era hijo de madre soltera y tardó muchos años en conocer a su auténtico padre. El arquitecto y decorador Roland Truffaut –compañero sentimental de su madre– le inscribió en el registro como hijo suyo. Al parecer, el pequeño tuvo una relación bastante fría siempre con su madre, que le dejaba al cuidado de una niñera, hasta que fue rescatado por su abuela, que le contagió su amor por la literatura y la música. A la muerte de ésta, tiene que volver a vivir con su madre y su compañero, pero ante la falta de cariño por parte de éstos, se refugia en la literatura y el cine, al que empezó a acudir asiduamente desde la infancia. "Cuando tenía once o doce años, lo que hacía era ir al cine mientras mis padres se iban al teatro. Les engañaba. Sabía que si me iba a un cine que estuviera cerca de casa, podría meterme en la cama antes de que ellos regresaran. Pero evidentemente, tenía miedo. Muchas veces me tenía que marchar antes del final porque estaba nervioso, me latía fuerte el corazón y tenía miedo de que me descubrieran; abandonaba el cine, me desnudaba y me metía en la cama", comentó el cineasta en una entrevista. No fue precisamente un estudiante modelo –se escapaba y mentía, sobre todo para poder seguir yendo al cine–, y acabó convertido en un adolescente conflictivo que no paraba de meterse en líos. Parecía predestinado al reformatorio, en el que fue recluido tras ser entregado a la policía por su propio padrastro.


Resultó providencial para Truffaut su encuentro con André Bazin, el patriarca de la crítica francesa. El chico había creado su propio cineclub, ‘Le Cercle Cinémanie’, que financiaba gracias a su trabajo como mensajero y chico para todo en un mercado. Sus sesiones no tenían el éxito esperado porque coincidían con el cine club del profesor Bazin. Ni corto ni perezoso, el chico –que tenía 16 años– se fue a ver a Bazin, ¡para exigirle que cambiara el día de sus proyecciones! A éste le cayó en gracia, se convirtió en su protector, y le contrató como secretario personal y para escribir en sus revistas, un trabajo que le libraría del reformatorio. "Me proporcionó mi primer trabajo interesante, es decir, ligado al cine (...). Puedo afirmar que le debo todo lo bueno que me ha ocurrido desde entonces. Bazin me enseñó a escribir, corrigió mis primeros artículos en ‘Cahiers du Cinéma’, y progresivamente me llevó a la dirección. Cuando falleció el día 11 de noviembre de 1958 yo había empezado precisamente la víspera el rodaje de mi primera película, Los cuatrocientos golpes. Sólo llegó a leer el guión", explicó Truffaut.


El lugar donde Truffaut más aprendería sobre cine fue la Cinemateca Nacional de París. Allí devoraría cantidades pantagruélicas de cine, aunque le marcaron especialmente los grandes clásicos del cine americano, sobre todo John Ford, Howard Hawks, Nicholas Ray y Alfred Hitchcock, al que le dedicaría posteriormente un libro legendario. En la revista ‘Cahiers du Cinéma’ –cofundada por Bazin en 1951–, Truffaut colaboraría junto con Jacques Rivette, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, con Eric Rohmer de editor. Todos estos jóvenes talentosos cambiarían para siempre el cine francés, porque se convertirían en los impulsores del movimiento conocido como Nouvelle Vague.


A principios de 1954, Truffaut escribe en ‘Cahiers’ su artículo más famoso, ‘Une certaine tendence du cinéma française’ (Una cierta tendencia del cine francés), punto de partida de las teorías de la Nouvelle Vague. El escrito atacaba sobre todo las adaptaciones literarias y producciones acartonadas del cine francés, que sólo se ocupaban de la ‘qualité’ pero se olvidaban de aportar el punto de vista personal del director al film.


En 1954, Truffaut siente la necesidad de hacer él mismo cine, y debuta tras la cámara con el cortometraje Une visite, seguido de Les Mistons. Le ayudó a obtener financiación y seguir rodando películas el contraer matrimonio en 1957 con Madeleine Morgenstern, hija de un importante distribuidor. Aunque tuvo dos hijas con ella, acabó divorciándose en 1965. Mientras duró el matrimonio, su suegro le financia la producción de su primer largometraje, Los cuatrocientos golpes, basado en su propia juventud, y que se convertiría en uno de los primeros largometrajes de la Nouvelle Vague, tras El bello Sergio, de Claude Chabrol. Truffaut tenía muy claro que el protagonista debía ser un chico que se pareciese mucho a él. Para reclutarle puso un anuncio en el periódico al que respondieron cientos de chavales. Finalmente eligió a Jean-Pierre Léaud, hijo de una actriz y un asistente de guionista, que era tan conflictivo y mal estudiante como él. "Les hacía preguntas bastante sencillas, puesto que mi objetivo era encontrar un parecido más moral que físico con el niño que yo creía haber sido", escribía Truffaut en ‘Les adventures d’Antoine Doinel’. Con el film, que recibió el premio al mejor director en Cannes, los analistas empiezan a hablar de una ruptura en el cine francés y se pone de moda el nuevo movimiento. Aparecen decenas de seguidores que rodaban en la calle, cámara en mano, películas que pretendían sobre todo reflejar la realidad.


En su segundo trabajo como director, Tirad sobre el pianista, Truffaut había decidido abandonar la temática autobiográfica, y acometer la adaptación de una novela de David Goodis, que homenajea al cine negro que tantas alegrías le había deparado en la gran pantalla. Sin embargo, no tuvo el mismo éxito que su ópera prima, sobre todo porque el público huía en masa de los filmes de la Nouvelle Vague, que identificaban como excesivamente intelectuales. Por lo visto, los espectadores preferían ir a ver precisamente las películas de los directores atacados por la Nouvelle Vague. Al final, el movimiento se disgrega, sobre todo por la rivalidad entre sus propios miembros, que en su mayoría acaban integrándose en el cine francés más comercial.


Obsesionado por analizar los efectos de una infancia tan desastrosa como la suya, Truffaut inició una saga de películas protagonizada por Antoine Doinel, el personaje de Léaud en Los cuatrocientos golpes. El director muestra al personaje descubriendo el amor en Antoine y Colette, uno de los cortos que integran El amor a los 20 años. En Besos robados, Doinel se enamoraba de una chica que pertenecía a una familia estable, prototipo de la que siempre había querido tener, tanto el personaje como el propio Truffaut. En busca de su propio hogar, en Domicilio conyugal, el personaje se casa y tiene un hijo. Quizás, el menos interesante de la serie es la última entrega, El amor en fuga, donde el mismo Doinel ha destruido su estabilidad familiar, se ha divorciado y tiene una nueva pareja con la que las cosas no van muy bien.


Truffaut recuperó el tema de la infancia perdida en una de sus mejores películas: El niño salvaje. Allí, analiza la falta de afecto y comunicación humana en un chico que fue abandonado y que ha sobrevivido por sus propios medios en un bosque. El propio Truffaut se adjudicó el papel del Dr. Itard, que se esfuerza por comunicarse con el protagonista, e integrarlo en la sociedad. La relación entre los educadores y los niños es también tratada por Truffaut en La piel dura, que sigue los pasos de los alumnos de un colegio.


El cineasta rindió homenaje a sus pasiones culturales. Por ejemplo, recrea el mundo del cine en La noche americana, que reconstruye un rodaje. También rindió tributo al teatro en El último metro, sobre un grupo de actores durante la ocupación nazi. Truffaut –que siguió siendo toda su vida un lector compulsivo– reivindica el valor del libro en Fahrenheit 451, adaptación de una novela de Ray Bradbury que presenta una sociedad futurista donde la lectura está prohibida. Ya había homenajeado a su adorado Balzac en Los cuatrocientos golpes –donde el protagonista le dedica un altar al escritor–, mientras que Diario íntimo de Adele H. recrea la historia real de la hija de Víctor Hugo. Truffaut también sería el autor de correctas adaptaciones literarias, como Las dos inglesas y el amor, La sirena del Mississipi, La habitación verde o Vivamente el domingo, su último trabajo.


Truffaut no acababa de encontrar la estabilidad amorosa, tuvo numerosas relaciones fallidas, y estuvo unido sentimentalmente a la actriz Fanny Ardant, con la que tuvo otras dos hijas, y a la que dirigió en La mujer de al lado y Vivamente el domingo. La búsqueda del amor y las relaciones sentimentales son temas muy presentes en películas como Jules y Jim, que presenta un triángulo amoroso, La piel suave –sobre el adulterio– y sobre todo El amante del amor, sobre un tipo que tras su fracaso matrimonial acaba convirtiéndose en un obseso que acapara numerosas amantes.


Aunque Truffaut se convirtió en un director consagrado, no dejó de escribir sobre cine. En 1965, sus encuentros con Alfred Hitchcock se convirtieron en uno de los más célebres libros sobre el Séptimo Arte, ‘El cine según Hitchcock’, que contribuyó a desmontar las teorías de los intelectuales del cine que hasta la llegada de Truffaut habían despotricado contra los cineastas de Hollywood, a los que consideraban demasiado comerciales. "En 1962, encontrándome en Nueva York para presentar Jules y Jim, me di cuenta de que cada periodista me hacía la misma pregunta: ¿Por qué los críticos de Cahiers du Cinéma toman en serio a Hitchcock? Es rico, tiene éxito, pero sus películas carecen de sustancia. Uno de esos críticos americanos, a quien yo acababa de hacerle el elogio, durante una hora, de La ventana indiscreta, me respondió esta barbaridad: A usted le gusta La ventana indiscreta porque, no siendo habitual de Nueva York, no conoce bien Greenwich Village. Le respondí: La ventana indiscreta no es una película sobre la ciudad, sino sencillamente una película sobre el cine. Y yo conozco el cine", comenta Truffaut en el prólogo del libro.


El admirador de grandes directores estadounidenses se convirtió a su vez en inspiración para los cineastas de Hollywood que llegaron después. Especialmente para Steven Spielberg, que se declaró seguidor suyo, y le contrató para interpretar al científico de Encuentros en la tercera fase, que intentaba comunicarse con los extraterrestres, como su personaje en El pequeño salvaje hacía lo propio con el niño protagonista.


El director falleció prematuramente, a los 52 años de edad, a consecuencia de un tumor cerebral, el 22 de octubre de 1984, en las cercanías de París. Llevaba en estado de coma diez días, en los que estuvo acompañado por Fanny Ardant.



PROGRAMA DETALLADO


LOS CUATROCIENTOS GOLPES - Les quatre cents coups. 1959 - 94 minutos.

Dirección: François Truffaut

Guion: Marcel Moussy, François Truffaut

Música: Jean Constantin

Fotografía: Henri Decae (B&W)

Reparto: Jean-Pierre Léaud, Claire Maurier, Albert Rémy, Guy Decomble, Georges Flamant, Patrick Auffay, Jeanne Moreau.

Productora: Les Films du Carrosse


Sinopsis:

Con sólo catorce años, Antoine Doinel se ve obligado no sólo a ser testigo de los problemas conyugales de sus padres, sino también a soportar las exigencias de un severo profesor. Un día, asustado porque no ha cumplido un castigo impuesto por el maestro, decide hacer novillos con su amigo René. Inesperadamente, ve a su madre en compañía de otro hombre; la culpa y el miedo lo arrastran a una serie de mentiras que poco a poco van calando en su ánimo. Deseando dejar atrás todos sus problemas, sueña con conocer el mar y traza con René un plan para escaparse.


Premios:

1959: Oscar: Nominada a Mejor guion original; 1959: Festival de Cannes: Mejor director; 1959: New York Film Festival: Mejor film extranjero; 1959: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera; 1960: Premios BAFTA: 2 nominaciones incluyendo a Mejor película


JULES Y JIM. Jules et Jim - 1961 - 104 minutos.

Dirección: François Truffaut

Guion: François Truffaut, Jean Gruault (Novela: Henry Pierre Roché)

Música: Georges Delerue

Fotografía: Raoul Coutard (B&W)

Reparto: Jeanne Moreau, Oskar Werner, Henri Serre, Marie Dubois, Vanna Urbino, Sabine Haudepin, Kate Noelle, Anny Nielse, Serge Rezvani.

Productora: Les Films du Carrosse / Sédif Productions


Sinopsis:

Desde que se conocieron en 1912, Jules (Oskar Werner) y Jim (Henri Serre) se hicieron amigos tan inseparables que se enamoraron de la misma mujer (Jeanne Moreau). Uno de ellos se casa con ella. Obra muy representativa del cine francés de los sesenta, que constituye un canto al amor y la pasión.


Premios:

1962: Premios BAFTA: Nominada a Mejor Película y Actriz Extranjera (Moreau)



FAHRENHEIT 451. 1966 - 108 minutos. - País: Reino Unido

Dirección: François Truffaut

Guion: François Truffaut, Jean-Louis Richard (Novela: Ray Bradbury)

Música: Bernard Herrmann

Fotografía: Nicolas Roeg


Reparto: Julie Christie, Oskar Werner, Cyril Cusack, Anton Diffring, Jeremy Spenser, Ann Bell, Alex Scott, Bee Duffell, Caroline Hunt, Anna Palk

Productora: Anglo Enterprises / Vineyard Film


Sinopsis:

Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel de los libros. Guy Montag, un disciplinado bombero encargado de quemar los libros prohibidos por el gobierno, conoce a una revolucionaria maestra que se atreve a leer. De pronto, se encuentra transformado en un fugitivo, obligado a escoger no sólo entre dos mujeres, sino entre su seguridad personal y su libertad intelectual.


Premios:

1966: Festival de Venecia: Nominada al León de Oro; 1966: Premios BAFTA: Nominada a Mejor actriz británica (Julie Christie)



LA PIEL DURA. L’argent de poche – 1976 - 105 minutos.

Dirección: François Truffaut

Guion: François Truffaut, Suzanne Schiffman

Fotografía: Pierre-William Glenn

Reparto: Georges Desmouceaux, Jean François Stévenin, Philippe Goldmann, Chantal Mercier, Virginie Thévenet, Marcel Berbet

Productora: Les Films Du Carrosse / Les Productions Artistes Associés


Sinopsis:

Narra las experiencias de un grupo de niños de diferente edad y condición que viven en la pequeña ciudad de Thiers. Patrick vive con su padre inválido y sueña con recibir su primer beso. Julien vive en un hogar pobre y desestabilizado; su madre es alcohólica y lo maltrata. Alrededor de estos dos personajes gira la vida de otros niños de una pequeña escuela francesa de provincias cuyas historias se irán conociendo durante el verano de 1976.


Premios:

1976: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes; 1976: Globos de oro: Nominada Mejor película extranjera



EL ÚLTIMO METRO. Le dernier métro - 1980 -128 minutos.


Dirección. François Truffaut

Guion. François Truffaut, Suzanne Schiffman (Diálogos: François Truffaut, Suzanne Schiffman, Jean-Claude Grumberg)

Música: Georges Delerue

Fotografía: Néstor Almendros

Reparto: Gérard Depardieu, Catherine Deneuve, Jean Poiret, Andréa Ferréol, Paulette Dubost, Jean-Louis Richard, Maurice Risch, Jean-Pierre Klein

Productora: Les Films du Carrosse / SEDIF / TF1 Films / Société Française de Production. Distribuida por Janus Films


Sinopsis

Durante la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial, un director de teatro, judío, Lucas Steiner (Heinz Bennent), en París, se ve obligado a esconderse en la bodega del teatro donde su mujer, la actriz Marion Steiner (Catherine Deneuve), el actor Bernard Granger (Gérard Depardieu) y un grupo de actores, ensayan y presentan una obra. Daxiat (Jean-Louis Richard), un crítico de teatro pronazi hace una crítica violenta de la obra. Granger lo encuentra y lo golpea. La respuesta es la posible incautación del teatro por haber sido propiedad de un judío. Marion le reclama violentamente su imprudencia. Trabajan, triunfan en la obra, pero se dejan de hablar. Granger decide dejar la obra y unirse a la Resistencia. En el momento de la despedida inician una relación amorosa. Mientras, Lucas Steiner sufre el enclaustramiento, el miedo a la detención por parte de los nazis y un nuevo temor, piensa que su mujer se ha enamorado de Granger. Viene la liberación de París, y Marion visita a un Granger herido, en un hospital. Le ofrece su amor, y le informa de la muerte de su esposo. Granger la rechaza. Ella se aleja y en ese momento el telón baja, surgen los aplausos -era una obra de teatro-. El público descubre la presencia de Lucas Steiner, los hace bajar al escenario y entre los aplausos, Marion queda tomada de la mano entre su esposo y su amante.


Premios

1980: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa

1980: Globos de oro: Nominada Mejor película extranjera

1980: Premios Cesar: 10 Premios incluyendo Mejor película.

1980: Premios David di Donatello: Mejor actriz extranjera (Catherine Deneuve)

1981: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor película extranjera


Las proyecciones se realizarán en versión original con subtítulos en castellano, siendo la entrada gratuita.