Descripción

El Ayuntamiento de Valladolid ha decidido actualizar la normativa local de protección del medio ambiente atmosférico, realizando una puesta al día en profundidad del viejo Reglamento de protección del Medio Ambiente Atmosférico que se convierte en la Ordenanza que hoy se aprueba inicialmente.


El objetivo de este nuevo texto regulador, como ha apuntado María Sánchez, concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, "es el establecimiento de condiciones objetivas que permitan una intervención eficaz dentro del ámbito de sus competencias, de cuantas actividades, situaciones e instalaciones, sean susceptibles de producir emisiones de gases, humos, vapores, polvos y emanaciones de cualquier tipo, con el fin de lograr que la contaminación atmosférica sea mínima, reduciendo con ello los riesgos para la salud humana, protegiendo los recursos naturales y el medio ambiente en su conjunto desde los parámetros de la prevención, y el control integrado de la contaminación."


El Reglamento cuyo proceso de derogación comienza hoy, precisaba de una puesta al día urgente ya que diferente normativa, europea, nueva legislación básica del estado y normativa autonómica, habían creado lagunas por derogación indirecta que complicaban enormemente su aplicación en el día a día.


Por otra parte, la ratificación por parte del Ayuntamiento de Valladolid del Pacto de los Alcaldes requería de un cierto grado de traslación normativa para tener la adecuada cobertura legal a la hora de aplicar requisitos de descarbonización no solo a las actividades del propio Ayuntamiento, sino al resto de las actividades de la ciudad.


El objetivo final, como ha afirmado María Sánchez, "pretende la traslación a la ciudadanía de los conceptos de reducción de emisiones a la atmósfera, economía circular y uso eficiente de la energía, promoviendo desde la ordenanza una transición energética local, hacia el uso de intensivo de las energías renovables, el autoconsumo eléctrico ya sea de origen solar o eólico y la incorporación de cualquier otro tipo de energía procedente de fuentes renovables en nuestros usos diarios."


Todos estos elementos suponen un reto de conocimiento y de aplicación de las mejores tecnologías disponibles que afectaran en el tiempo a todos los sectores implicados profesionalmente y de manera solidaria a los diferentes servicios técnicos de la Administración Local en la tarea de ajustar los procesos en una línea que implique la reducción efectiva de las emisiones de CO2 a la vez que se incremente de forma paulatina el uso de energías de origen renovable, de una forma eficiente, que evite el exceso de potencia instalada y el mal uso de las fuentes primarias. También el uso de las mejores tecnologías disponibles en los procesos industriales, de manera que se reduzcan a cero las emisiones de compuestos procedentes de estas actividades.


Tanto el preámbulo como la exposición de motivos del nuevo texto regulador, son un magnífico exponente para ir conociendo e internalizando los retos de adaptación hacia el futuro que la nueva Ordenanza promueve. Del mismo modo que en su momento el viejo Reglamento, constituyó en sí mismo un elemento disruptivo que permitió eliminar de la trama urbana combustibles sucios como el carbón o el fuel oil, y reducir a un mínimo el uso de otros como el gas oil en las calefacciones, este nuevo documento pretende operar de la misma manera fomentando la evolución de las distintas actividades humanas hacia un futuro sin emisiones de agentes contaminantes a la atmósfera.