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  • El seguimiento promedio de los trabajadores de los paros convocados por el Comité de Empresa ha sido de un 50%.
  • 393 aspirantes se han interesado por la convocatoria cuyo plazo de inscripción terminaba hoy.
  • La propuesta realizada por el Comité de Huelga supone un incremento de la masa salarial superior a 500.000 euros y no garantiza ni el 15% de las jornadas necesarias que han motivado la convocatoria de conductores.

Tras dos semanas de paros convocados por el Comité de Empresa en hora punta y situación de pandemia, con el objetivo de dificultar la movilidad de los usuarios del transporte público, hoy finaliza, hasta la vuelta del verano, la convocatoria de huelga con una manifestación que ha contado con una escasa asistencia.

Los paros han tenido una incidencia moderada, con un promedio del seguimiento del 50%. La incidencia en el servicio se ha reducido a mayores aglomeraciones en las horas centrales del día y casos aislados donde, para cumplir con los aforos decretados por la Junta de Castilla y León, no se ha permitido el acceso al autobús a algunos viajeros. El número de viajeros durante las dos semanas de paros ha sido un 4% inferior a las semanas inmediatamente anteriores, tendencia, por otra parte, habitual en el mes de junio.

La motivación de los paros es la pretensión, por parte de algunos de los sindicatos que componen el Comité de Empresa, de que se mantenga la bolsa de conductores del año 2015 a pesar de que ésta tenía como fecha de caducidad la de una nueva convocatoria y a pesar, también, de que las personas que están en esa bolsa aceptaron estas condiciones por escrito con su propia firma y, por lo tanto, los conductores que aún continúan en la bolsa no tienen derecho adquirido alguno.

En la reunión celebrada ayer, jueves 24 de junio, tras siete meses desde que la Dirección les dio traslado de la problemática, dos semanas de paros y cuando finaliza la convocatoria por la que se han interesado 393 candidatos, y una vez ha quedado patente la insolvencia jurídica de sus planteamientos iniciales, el Comité de Huelga, sin CSIF, a pesar de que la empresa había solicitado su presencia, ha realizado su primera propuesta de manera formal. En ella la parte social busca retrasar la contratación de los más de 380 aspirantes hasta que los 18 trabajadores obtengan un puesto indefinido sin someterse al examen. Ante la necesidad de cubrir las jornadas necesarias para prestar el servicio se han expuesto dos alternativas. La primera plantea a la empresa que se gratifique con 80 euros y un día de descanso a disfrutar en el año 2023 por cada jornada que los trabajadores accedan, voluntariamente, a realizar en este año por encima de las 209 que marca el Convenio Colectivo. La segunda plantea que los trabajadores realicen una jornada más de las recogidas en Convenio Colectivo, cuando ellos quieran y previo consentimiento, este año; y dos ya programadas bajo determinadas condiciones el que viene, jornadas que se recuperarán en forma de descanso en 2023. Todo ello supeditado a la aceptación de estas condiciones por los trabajadores en asamblea.

En un primer análisis, esta propuesta implica un incremento de la masa salarial de más de 500.000 euros y no serviría para cubrir ni el 15% de las necesidades de jornadas que motivaron la convocatoria de empleo. Eso partiendo de que la propuesta contara con el refrendo de los trabajadores de manera conjunta y luego individual, lo cual implica un elevado nivel de incertidumbre con respecto a la garantía de la prestación del servicio. No obstante, a pesar de que esta propuesta está lejos de ser una solución real, la Dirección de la Empresa convocará al Comité de Empresa para profundizar en la misma, confiada en el compromiso de "solidaridad" manifestado por el mismo respecto a ofrecer soluciones para los 18 trabajadores afectados.

La Empresa sostiene su actitud abierta a la negociación que ya inició en el mes de diciembre. Y ello, a pesar de que se hace difícil entender que esta propuesta, claramente insuficiente pero que entiende mejorable, se podría haber realizado desde el primer día y no tras dejar pasar siete meses, haber convocado unos paros para perjudicar el servicio y a la ciudadanía y haber esperado a que se acabara el plazo para presentarse a la convocatoria. La voluntad de la Dirección es explorar hasta la última posibilidad una salida negociada del conflicto, Ahora bien, considera que no es sostenible en modo alguno un debate constructivo mientras se mantienen en paralelo medidas de coacción, no se realizan propuestas realmente viables y se impugna la convocatoria por parte del Comité o por asesoramiento de éste, con la única pretensión de paralizar una convocatoria que es imprescindible para garantizar el servicio de transporte público de la ciudad, negando la necesidad de conductores que padece la empresa y queriendo impedir el acceso al empleo de muchos conductores profesionales interesados.

Por todo ello, la Dirección de la Empresa trasladará al Comité de Empresa que la eventual impugnación de la convocatoria será considerada una señal evidente de mala fe en la negociación, por lo que, lógicamente, de producirse aquélla no tomará en consideración propuesta alguna que pretenda el retraso de la incorporación de los conductores a la nueva bolsa. En todo caso, una vez que la convocatoria se judicializase, AUVASA se someterá únicamente al criterio judicial.

La empresa ya ha denunciado en comisaría los pinchazos ocasionados con clavos en tres autobuses y ha tenido conocimiento que dos afiliados al sindicato CSIF han sufrido los mismos ataques en sus vehículos particulares.