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El alcalde de Valladolid, Oscar Puente, calificó de "éxito sin precedentes" el lleno del Estadio José Zorrilla, quince días antes de la fecha de la final de la Copa del Rey de rugby, para la que ya están agotadas las entradas, -24.700 butacas- y que disputarán, en el césped del Real Valladolid Deportivo, los dos equipos de rugby locales, el VRAC-Quesos Entrepinares y el Club de Rugby Silverstorm El Salvador.

Puente señaló, acompañado de los máximos responsables de ambos equipos, Juan Carlos Martín, de El Salvador, y José Antonio Garrote, del VRAC, el presidente de la Federación Española de Rugby, Alfonso Feijoo, y el director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Lahuerta, que este partido supone "un antes y un después", no sólo en el rugby local, sino también en el nacional.

El alcalde se refirió a ambos clubes como ejemplo de "pasado, presente y futuro", y apostó por "seguir apuntalando este deporte, porque merece la pena".

Oscar Puente reconoció que, aunque las expectativas de éxito de la iniciativa eran buenas, en ningún momento se imaginó que a dos semanas del partido se esté hablando de reventa, algo que consideró hay que evitar a través de todos los resquicios legales para que no haya "quien haga negocio" con las entradas.

El encuentro vendrá precedido de una "Fanzone" y continuará en un "tercer tiempo" en el que las aficiones y el resto del público que se dará cita en el Estadio podrán seguir disfrutando de una fiesta del deporte "una especie de Feria de Día, pero ligada al rugby", a la que sólo le falta por confirmar el buen tiempo.

El presidente de la Federación Española señaló que gracias a este partido, que bate todos los récords de asistencia de la historia, y que está paseando el nombre de Valladolid a nivel internacional, es "el germen de algo que llevamos diciendo mucho tiempo" y demuestra que "el rugby tiene un potencial que hasta ahora no hemos sabido explotar".

Juan Carlos Martín, de El Salvador, por su parte, consideró el lleno del Estadio como "un éxito para todos" y recordó el "recorrido de muchos años del rugby en Valladolid a todos los niveles", gracias a las bases de los clubes y el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento y patrocinadores.

Martín se refirió a los valores del rugby y pidió "un partido duro, pero con respeto al contrario y sin violencia", y anunció que, agotadas las entradas, se han suspendido todas las campañas promocionales previstas en colegios y pueblos de Valladolid para animar a la asistencia al partido.

El presidente del VRAC, José Antonio Garrote, pidió que "el fuego no se apague" después de la cita del día 17, y pidió a la Federación que "encamine su energía" a mantener en el tiempo "este revulsivo" que ha surgido "de golpe y casi de forma inesperada".

De igual modo, instó a las administraciones a que sean conscientes de que el rugby "es un deporte que llena un estadio" y reclamó "más atención de la que se nos ha prestado hasta ahora", puesto que "no es normal que en este país se hayan hecho doscientos mil campos de fútbol y haya un campo de rugby cada siete provincias".

Sobre la presencia del Rey Felipe VI en la final, que fue invitado oficialmente por el Ayuntamiento a presidir el partido, el alcalde confirmó que Casa Real ha excusado su asistencia, pero señaló que no tira la toalla y va a "seguir insistiendo para que esté presente el día que se juega la Copa en su honor".