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La concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, ha compartido hoy una mesa de debate sobre "qué están haciendo los ayuntamientos para implantar Zonas de Bajas Emisiones" con representantes de Logroño, Pontevedra y Sevilla. "Valladolid se prepara para cumplir la legislación, no nos engañemos, quien mire para otro lado llegará tarde y mal, nos jugamos cuidar y proteger la salud de los vecinos y vecinas de Valladolid", ha aseverado durante la charla enmarcada en las jornadas sobre ZBE organizadas por la Universidad de Valladolid y Ecologistas en Acción en el Palacio de Congresos Conde Ansúrez.


La futura Zona de Bajas Emisiones de Valladolid forma parte del Plan de Mejora de la Calidad del Aire que se presentó el pasado mes de junio. Un primer documento para reducir las emisiones atmosféricas y así mejorar la salud y el bienestar de la sociedad, consolidando de manera estructural las políticas medioambientales que el Ayuntamiento lleva impulsando desde 2015.


Entre las ventajas que conllevarán las Zonas de Bajas Emisiones, Sánchez ha destacado un mejor aprovechamiento del espacio público para pasear y jugar, para la cultura o para el comercio, además de actuar frente a la contaminación para preservar la salud de las personas que vivimos en Valladolid, disminuyendo la concentración de contaminantes que perjudican a la salud. "En definitiva, un espacio más seguro, con menos ruidos y menos humo".


Como ha puntualizado en su intervención la concejala de Medio Ambiente, en febrero de 2017 se aprobó el plan de emergencia de la contaminación, siendo conscientes de los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente que ha cifrado en 38.500 muertes prematuras cada año en todo el estado debidas a la contaminación. Un plan que ha sido activado en cuatro años en 67 ocasiones, en las cuales ha habido que tomar 14 medidas restrictivas debido a la situación dos. "Este plan se ha demostrado útil pero ya sabíamos que era insuficiente, y lo es porque es una medida de último recurso", ha añadido recordando que los confinamientos para combatir la pandemia han servido como "laboratorio urbano", evidenciando una importante caída en los niveles de contaminación a causa de la falta de tráfico.


Para luchar contra las perniciosas y excesivas emisiones causadas por el tráfico en las ciudades, María Sánchez apuesta por poner fácil moverse de otra manera, como promueve el proyecto Valladolid Ciudad Verde que favorece los desplazamientos a pie, en bicicleta o transporte público, recientemente premiado por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la pasada Semana Europea de la Movilidad: "Es un consenso que en nuestra sociedad dependemos en exceso del vehículo privado, y que eso es malo para el medio ambiente y para nuestra salud".


Durante su intervención ha invitado a "mirar al futuro" y hablar de estas medidas como los primeros pasos de una transformación urbana. "Si pensamos con la mirada corta nos centraremos en lo inmediato: en si hay atascos puntuales, si nos está costando adaptarnos a los cambios, etc. Por el contrario, si pensamos con la mirada larga, veremos que adaptarse siempre cuesta un poco, pero que ya lo hemos hecho antes. No deberíamos debatir si automovilistas, ciclistas o peatones ganan o pierden un carril o unos metros en esta calle o en esta otra".


Esta mesa redonda se enmarca en las jornadas que está llevando a cabo la Universidad de Valladolid y Ecologistas en Acción, entre los días 13 y 14 de octubre, en el Palacio de Congresos Conde Ansúrez. El objetivos es dar a conocer la importancia y la necesidad de reducir el tráfico en las ciudades a través de las Zonas de Bajas Emisiones (calidad del aire, cambio climático), intercambiar experiencias de éxito y debatir y elaborar propuestas útiles para ciudades de tamaño medio.


La Ley de Cambio Climático obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a poner en marcha Zonas de Bajas Emisiones antes de 2023, con el fin de luchar contra el cambio climático y mejorar la calidad del aire. Cada año, la contaminación del aire es responsable de casi 30.000 muertes prematuras en España. La principal causa de polución atmosférica en las ciudades es el tráfico, además del transporte por carretera que es también responsable del 29% de las emisiones de CO2, principal gas causante del conocido como efecto invernadero.