Descripción


Las salas 3, 4, 5 y 8 del MUSEO PATIO HERRERIANO DE VALLADOLID muestran desde hoy, y hasta el 23 de septiembre de 2018, la exposición "JUAN GENOVÉS. La intensidad del silencio" con más de sesenta obras que abarcan seis décadas de trabajo de Genovés, que se inicia con obras de los años sesenta, cuando decide utilizar sus pinturas como un medio de expresión.


Al acto de presentación han asistido la concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo; el artista y la comisaria de la exposición, María Toral.


Formado en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, desde el inicio en su trayectoria profesional fue un pintor inquieto y preocupado tanto por la necesidad de renovar el arte español como por la función del arte y el artista en la sociedad.


Su firme convicción sobre el arte transformador y comprometido con el entorno, le llevó a formar parte de colectivos muy significativos en el panorama español de posguerra: Los Siete (1949), Parpallós (1956) y Hondo (1960). En este último grupo, que supuso nuevos planteamientos figurativos frente al informalismo, Genovés desarrolló una pintura de carácter expresionista y provocador.


En la década de los sesenta, tras una breve crisis pictórica y una relación profunda con los movimientos de oposición al régimen franquista, comenzó a plantear dos temas: el "individuo solo", resuelto inicialmente como un "collage" en relieve, y la "multitud", tratado con tintas planas y estructuras plásticas de aspecto cinematográfico.


Esta última propuesta se concretará con el tiempo en un singular realismo político de fuerte denuncia social, confeccionado a partir de la manipulación de imágenes proporcionadas por los medios de comunicación de masas. En los años ochenta inició un nuevo periodo en el que se interesó por el paisaje urbano, reduciéndolo a una gama cromática de grises, azules y ocres que constituyen lo que se ha dado en llamar "espacios de la soledad".


Los últimos años su obra ha dado un giro hacia la investigación del movimiento estático en la pintura, la multitud se ha convertido en la referencia para hablar del problema de la pintura y el ritmo visual.


Ha sido galardonado con la Mención de Honor (XXXIII Biennale de Venecia, 1966), la Medalla de Oro (VI Biennale Internazionale de San Marino, 1967), el Premio Marzotto Internazionale (1968), el Premio Nacional de Artes Plásticas (1984), el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana (2002) y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Ministerio de Cultura (2005).



EN LA EXPOSICIÓN


En esta muestra producida por el Museo Patio herreriano, se presentan unas cuarenta obras de sus primeras décadas como artistas, desconocida en gran medida, pero muy significativas para el estudio global de su trabajo de más de sesenta años. Como señala el profesor y crítico de arte, Calvo Serraller: "Durante aproximadamente el cuarto de siglo largo que separa el momento histórico álgido de la transición democrática española y la actualidad, Juan Genovés no ha dejado de moverse, forma y contenido, en esta tesitura, lo cual, por las peculiaridades características que acabo de describir de estar sistemáticamente asomado al borde estilístico de un abismo, y , asimismo, por el hecho de haberse convertido él mismo en un icono del cambio político, no ha sido fácil la empresa artística de su madurez.


Por lo demás, trabajador abnegado poco influible por las veleidades de un mercado artístico cada vez atosigante, la trayectoria de Genovés ha estado forzosamente animada por la voluntad de hierro de seguir, a costa de lo que fuera, el curso de una experimentación personal. Al llegar a la madurez, esta obstinación, no sólo resulta imprescindible, sino que también rinde los frutos del esplendor, que es el de la iluminación de la experiencia vivida con la mejor luz. Pues bien, eso es lo que, a mi juicio, le ocurre merecidamente a la obra actual de Juan Genovés, que es lo que es de original, porque se ha construido desde la perspectiva panorámica del origen, del avanzar ahondando en la raíz vivificante del regreso o del recomenzar.


La reciente obra de Genovés retoma enfáticamente el origen en la medida en que vuelve sobre sus iniciales fueros de tensar la relación entre materia e icono, no sólo dotando de pronunciado relieve pastoso a sus figuras, sino convirtiéndolas en una suerte de accidentada excrecencia cromática, casi cual si se tratase de una moteada paleta de pintor, que, a través de lo impremeditado, acaba convirtiéndose ella misma en una suerte de cuadro informalista.


De esta manera, Genovés logra que lo icónico y lo pictórico se resuelvan también como un bajo relieve de expresiva plasticidad.


La exposición permanecerá abierta hasta el día 23 de septiembre, siendo la entrada gratuita, y existe un programa de visitas guiadas también gratuitas de martes a sábado a as 7 de la tarde y los domingos a las 12 de la mañana.