Descripción


El Centro Municipal de Igualdad ha acogido la presentación del informe sobre Violencia de Sustitución por casusa de Género que encargó la Concejalía de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad a finales de 2021 al Grupo de Investigación Reconocido, Psicología, Salud y Neuroeducación de la Universidad de Valladolid con cargo a los fondos del Pacto de Estado del Ministerio de Igualdad. Un estudio de investigación complicado puesto que no hay otros trabajos de referencia sobre el tema y que ha culminado en estos momentos.


El acto ha contado con la coordinadora del Grupo de Investigación Reconocido de la Universidad de Valladolid, la concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad María Victoria Soto, y el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino.


La violencia de sustitución por causa de género, lo que se ha estado llamando violencia vicaria, es la que se ejerce sobre la mujer por el hecho de serlo, ejerciendo la agresión no directamente hacia ella sino hacia personas u objetos muy significativos para ella como hijos e hijas, familiares, amistades o mascotas, lo que constituye una forma más de violencia de género.


Con este trabajo se ha pretendido conocer este fenómeno social, 49 menores han sido asesinados por violencia de género desde 2013 hasta 2023, según el ministerio de Igualdad.


Ante hechos constatados de esta gravedad, el Ayuntamiento ha querido profundizar en aspectos que rodean esta problemática y las funciones que realizan diferentes agentes sociales en estas circunstancias desde el ámbito del trabajo social, jurídico y fuerzas y cuerpos de seguridad.


El estudio se divide en tres partes, una la delimitación del concepto, en otra se analizan los datos sobre varios indicadores de violencia de género en la provincia de Valladolid y en la tercera se recoge la valoración que dan a esta problemática los profesionales que trabajan directamente con estas situaciones.


Del trabajo realizado por la Universidad de Valladolid se ha elaborado, para conocimiento de la ciudadanía, un tríptico y un resumen del informe donde se responde a preguntas tales como qué es la violencia de sustitución por causa de género, en qué consiste, por qué ocurre, cómo se produce, o cómo detectarla.


En el informe se especifica que la forma más común de ejercer este tipo de violencia es mayoritariamente hacia los hijos e hijas que son los más vulnerables tanto física como emocionalmente puesto que están en proceso de cambio hacia la madurez. Cuando una relación de pareja no es saludable y se da una posible situación de maltrato, hay que poner atención ante signos que alertan de violencia de sustitución por causa de género como las amenazas con quitarle a sus hijos e hijas, con hacerles daño, boicotear de forma sistemática sus actividades, o interrumpir los tratamientos médicos cuando no están con la madre entre otros.


La importancia de que la sociedad tome conciencia de la existencia de una violencia de sustitución por causa de género es una de las conclusiones de este estudio. Las cifras de las víctimas y su consideración como tales hacen que "podríamos referirnos a la violencia de género como un claro ejemplo de terrorismo contra las mujeres", pudiendo ser irreparables los daños que provoca, según se especifica en dicho estudio.


Otra conclusión del mismo es el papel fundamental que tiene la educación en la que se deben incluir aprendizajes para el control de las emociones, de los impulsos y de la ira puesto que ayudan a desarrollar aspecto claves para la convivencia, el respeto y la empatía.


En el texto del informe referencia como conclusión que no se puede separar la condición de pareja de la condición parental en la atención y cuidado de los hijos e hijas. Hay que considerar que, si hay maltrato contra la mujer, las posibilidades de maltrato hacia los hijos e hijas son muy altas.


Por otra parte, continúa diciendo, "los medios de comunicación constituyen un sistema de alerta para lo que denominamos opinión pública ante este tipo de violencia" y consideran que se debería abordar estos actos de violencia no como un suceso, sino como delitos contra los derechos humanos.


En definitiva, tenemos que entender esta violencia como un problema público y global de la sociedad en la que todos debemos estar implicados en solucionar. La transmisión de los valores de la comunicación, la convivencia y el respeto son aspectos que está en las manos de todos y todas.