Descripción

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y los consejeros de Fomento y de Interior y Justicia, Antonio Silván Rodríguez y Alfonso Fernández Mañueco -respectivamente-, han recorrido hoy las obras de urbanización de la Avenida de Salamanca, que comenzaron en marzo de 2009 y acaban de concluir, en las que destaca el paso inferior para vehículos realizado a la altura de la Avenida de Sánchez Arjona (puente de García Morato).

Esta segunda fase, ejecutada por la UTE Ferrovial-Agroman-Zarzuela, ha tenido un coste de 10.417.405 euros, IVA incluido, de los que la Junta de Castilla y León ha aportado 4,3 millones, procedentes de la Consejería de Fomento (tres millones de euros para la realización del túnel) y 1.330.000 euros del Fondo de Cooperación Local gestionado por la Consejería de Interior y Justicia. El plazo de ejecución ha sido de dieciséis meses.

El diseño da continuidad a la remodelación ya efectuada entre el límite con Arroyo de la Encomienda y la calle Francisco Mendizábal, caracterizada por la ampliación de las aceras sobre pavimento de loseta de hormigón, el trazado de carril bici -sólo en la margen izquierda-, la reducción de las medianas y la creación de un tercer carril en las calzadas justo inmediatamente antes de las intersecciones, con el fin de aligerar el tráfico de vehículos al atravesar los semáforos.

El tramo reformado tiene una longitud de casi 2.500 metros y llega hasta el inicio de la Avenida de Burgos. En esta vía, se ha redimensionado también la calzada, con una nueva mediana central y la ampliación de las aceras, y se prolonga el carril bici hasta el Paseo de Extremadura para enlazar con el ya existente.

Más de quinientos árboles y dos colectores nuevos

En la Avenida de Salamanca también se ha reducido la mediana para reajustar la calzada, y se han ampliado las aceras con alcorques, donde está previsto plantar más de quinientos árboles. Las obras se programaron en cinco fases, para ir abriendo progresivamente al tráfico los tramos cortados siempre que resultara posible, y, salvo excepciones, siempre ha permanecido abierta la calzada en sentido Burgos.

Respecto a los colectores, cabe destacar la construcción de dos nuevos, uno a la altura de la calle Padre José Acosta, junto al túnel, y otro que sustituye al existente en la Plaza de San Bartolomé. La ejecución de este último se ha visto sumamente dificultada por la presencia de redes subterráneas de las distintas compañías suministradoras (telefonía, alumbrado), y por la aparición de restos de una antigua fábrica, circunstancias que obligaron a cambiar el desvío y el diámetro de las tuberías.

También el colector situado junto al paso inferior requirió como trabajo previo el desvío de numerosas líneas de Iberdrola que conectan distintos puntos de la ciudad con la subestación de La Olma, situada en las proximidades, junto a Villa del Prado.

Paso inferior para aligerar la conexión Estación - Aeropuerto

El túnel tiene una longitud de unos 350 metros, y su diseño se adoptó como solución a distintos nivel para salvar el cruce entre el eje Sánchez Arjona-Padre José Acosta y la Avenida de Salamanca, con el objetivo de aligerar el tráfico en ese punto. Este paso inferior facilita un acceso más fluido desde la Estación de Campo Grande hasta el Aeropuerto, y viceversa.

La calzada en sentido Burgos permanece abierta desde hace un mes, mientras que la de sentido Tordesillas ha quedado abierta hoy, al igual que las vías aledañas. No obstante, durante los meses de julio y agosto, seguirán realizándose pequeños remates, especialmente en lo referente a la jardinería, ya que la actual época estival no es la más adecuada para las plantaciones.

Como mobiliario urbano, hay que citar la instalación de bancos, papeleras, y vallas de protección de las aceras en las intersecciones, además de la renovación del alumbrado público con el mismo diseño que en el primer tramo, y la red de riego para atender las zonas verdes y los alcorques.

Desde 2005, el Ayuntamiento de Valladolid ha impulsado en sendos proyectos la conversión de la Avenida de Salamanca y el tramo inicial de la Avenida de Burgos en una vía urbana, con un diseño diferente al de travesía, lo que ha supuesto una inversión próxima a los veinte millones de euros. La longitud total objeto de la intervención comprende 5,4 kilómetros.