Descripción

  • Por quinto año consecutivo, no se han superado los valores límite legales en ninguno de los agentes contaminantes monitorizados por la Red de Control
  • En parámetros como dióxido de nitrógeno y material particulado, los valores medidos en las estaciones coinciden con los recomendados por la OMS

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el concejal de Desarrollo Sostenible, Jesús Enríquez Tauler, han presentado hoy los datos sobre la calidad del aire en la capital durante 2012, con unos valores que confirman que por quinto año consecutivo no se han superado los límites legales establecidos en los agentes contaminantes, e incluso algunos parámetros –dióxido de nitrógeno y material particulado- coinciden con los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Vista desde uno de los miradores del Parque Cerro de Las ContiendasImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoVista desde uno de los miradores del Parque Cerro de Las Contiendas

Este hecho, que supone un aprobado "con nota", según ha explicado el alcalde, ha sido certificado por el Plan Nacional de Calidad del Aire y por el informe del Observatorio de Sostenibilidad, partiendo de los datos obtenidos de la Red de Control del Ayuntamiento, que es la única en España acreditada por ENAC.


Las mediciones arrojan unos datos de calidad del aire muy favorables, más aún teniendo en cuenta la climatología adversa del 2012, caracterizada por un ser un año extremadamente seco, salvo en el otoño, ya que algunos meses como el de febrero registraron una precipitación de 0,2 litros por metro cuadrado en la capital.


Asimismo, apenas hubo tormentas ni en primavera ni en verano, mientras que en el mes de marzo se produjeron tres días con fenómenos de este tipo. Otro rasgo que merece la pena mencionar es la persistencia de la niebla, en especial durante el mes de enero, en el que se contabilizaron quince jornadas con esta situación.


Una de las estaciones de medición de la contaminaciónImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoUna de las estaciones de medición de la contaminación Para la evaluación de la calidad del aire, se han utilizado al igual que en años anteriores, los datos obtenidos desde la Red de Control de la Contaminación Atmosférica de Valladolid (RCCAVA), en marcha desde 1991, compuesta por cuatro estaciones que cumplen la normativa europea y nacional, esta última plasmada en el Real Decreto 102/2011.


En concreto, las estaciones se encuentran ubicadas en el Paseo Arco de Ladrillo, en la calle Daniel del Olmo (La Rubia), en el Paseo de Zorrilla 191 (a la altura de la calle Vega Sicilia), y en la calle Leopoldo de Castro (junto al puente del Poniente)


Los contaminantes atmosféricos que se controlan actualmente son los siguientes: SO2 (dióxido de azufre), Pm10 (partículas de tamaño menor que diez micras), NO2 (dióxido de nitrógeno), O3 (ozono), CO (monóxido de carbono) y Benzo(a)Pireno, hidrocarburo policíclico que se mide por segunda vez.


Dióxido de azufre

Respecto al dióxido de azufre, se encuentra en unos valores residuales, hasta el punto de que el 85% de los datos obtenidos se hallan por debajo del límite inferior del instrumental que posee la Red. En consecuencia, su presencia es prácticamente inapreciable en Valladolid.


Material particulado

Con relación al material particulado, materiales y compuestos orgánicos e inorgánicos que conforman un polvo atmosférico, en 2012 los resultados confirman que hay valores muy uniformes en las cuatro estaciones, si bien la de La Rubia ha tenido dos superaciones más que en el año anterior.


Para el mismo contaminante, la estación de Arco de Ladrillo posee un equipo basado en gravimetría diferencial, un filtro que captura la muestra y se pesa antes y después de la exposición. La diferencia entre ambas medidas dividida por el volumen de aire que ha pasado por el filtro proporciona la masa de material por metro cúbico. Estos filtros se utilizaran posteriormente para determinar otro de los contaminantes de nueva implantación: hidrocarburos policíclicos aromáticos.


En la media anual de este contaminante se advierte que su valor se encuentra estabilizado en todas las estaciones de Valladolid alrededor de 20 microgramos por metro cúbico, valor este recomendado por la OMS. El cálculo gravimétrico también confirma que el valor de la media anual en Arco de Ladrillo ha sido de 20 microgramos por metro cúbico, precisamente la cifra recomendada por la OMS.


Respecto a los valores de la fracción de material particulado PM 2,5, publicados en el Real Decreto 102/2011, se puede observa que ninguna de las estaciones de la Red, como ya ocurriera en 2011, se ha aproximado al valor de aplicación, ni por supuesto al valor límite final establecido para el año 2015, de 25 miligramos por metro cúbico.


Dióxido de nitrógeno

La evolución del dióxido de nitrógeno revela un comportamiento de las estaciones mucho más homogéneo, en un mismo tono del que solo se desvía la terminal del puente González Regueral (Poniente). Por tanto, se puede afirmar que el comportamiento de este contaminante se encuentra muy por debajo de los niveles permitidos por la normativa actual.


Ozono

En el ozono también se ha producido una tónica de normalidad a lo largo del año 2012, a pesar de la persistencia de los anticiclones y el tiempo estable durante el verano, estación en la que no se registró ninguna tormenta y tampoco precipitaciones relevantes.


Monóxido de carbono

Lo mismo cabe decir del monóxido de carbono, cuyos valores se mueven dentro de la normalidad y muy por debajo de los límites legales que establecen un máximo horario de 10 miligramos por metro cúbico. Los niveles máximos registrados por la red son de 2 y 4.


Benceno y Benzo (alfa) Pireno

Algo parecido sucede con el benceno, donde el valor límite establecido por la normativa vigente es de 1 microgramo por metro cúbico, mientras que las estaciones han entregado una media anual de 0,1 Benzo(alfa)Pireno un hidrocarburo policíclico aromático que se analiza desde 2011. entregó en 2012 un valor medio anual de, 0,54 nanogramos por metro cúbico, resultado muy alejado del valor límite legal establecido.

Tráfico en la calle Don SanchoImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoTráfico en la calle Don Sancho

Entre los factores que explican el mantenimiento de la calidad del aire en Valladolid durante los últimos años, hay que hacer referencia, necesariamente, a los cambios en los hábitos de movilidad, pues se observa una disminución del uso del vehículo privado, mientras que los desplazamientos a pie y la utilización de la bicicleta aumentan. Conviene tener en cuenta que el tráfico de vehículos sigue siendo el principal foco generador de contaminación del aire en medios urbanos.


En este sentido, el Ayuntamiento colabora con la Asamblea Ciclista y es pionero en la promulgación de medidas de apoyo al vehículo eléctrico, una alternativa de transporte con mucho futuro en las ciudades. Unas líneas de actuación que forman parte del Pacto de Alcaldes, al que se ha adherido Valladolid, con el objetivo de reducir un veinte por ciento las principales emisiones a la atmósfera en el año 2020, y dando prioridad, también, a actuaciones de eficiencia energética.


Protocolo de colaboración con la AEMET

Por otro lado, la Concejalía de Desarrollo Sostenible está ultimando un protocolo de colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) con el fin de facilitar al Consistorio información puntual y detallada ante determinados fenómenos meteorológicos que requieran una respuesta rápida por parte de la Administración local, como nevadas, fuertes heladas y situaciones de elevados niveles de ozono.


De esta forma, se podrá articular con mayor diligencia el despliegue de medios técnicos en las zonas de la ciudad que más lo necesiten. Por otra parte, el convenio contempla que este organismo estatal asesorará al Ayuntamiento en materia de cambio climático y reducción de emisiones, y prestará especial atención al desarrollo de modelos predictivos sobre contaminantes clásicos y fotoquímicos.