Descripción

La Sala Municipal de Exposiciones de las Francesas acoge desde hoy, 7 de diciembre, el BELÉN MONUMENTAL realizado por la ASOCIACIÓN BELENISTA "LA ADORACION". A su presentación han asistido los concejales de Seguridad, Luis Vélez, y de Servicios Sociales, Rafaela Romero; y el presidente de la Asociación Belenista, José María Villa.

En estas fechas, que muchos consideramos mágicas o especiales, la tradición de montar el Belén es uno de esos pequeños destellos que se atrinchera en algún recodo de nuestra memoria esperando el momento oportuno de brillar y que contribuyen a la luminosidad de la Navidad.

Al sentimiento de nostalgia de los mayores y la magia para los niños, se une la contraposición de la plácida quietud de las figuras con el frenético ritmo de la vida actual. Quizá sea esto parte del secreto que hace perdurar esta tradición.

Imaginación y fantasía vuelven a unirse en la exposición que, un año más la Sala de las Francesas, a través de la Fundación Municipal de Cultura, invita a contemplar a aquellos que así lo deseen, durante estas fiestas navideñas en nuestra ciudad.

Con la misma imaginación y fantasía unida a un innegable buen hacer de diferentes autores que, en ediciones anteriores, nos hicieron ir viendo en este bello marco belenes encuadrados en una cuidada escenografía y ambientación, en medio de un pueblo castellano, por las calles de Nápoles, entre las pirámides de Egipto, también en entornos eminentemente paisajísticos. A todos ellos desde aquí, nuestra felicitación y agradecimiento.

EL ARTE NAVIDEÑO Y LA TRADICIÓN BELENISTA

El ciclo litúrgico de la Navidad y el Adviento y, dentro de él los pasajes evangélicos, los relatos apócrifos y la piedad popular, han conformado una rica recurrencia en la concepción, nacimiento y primera infancia de Jesús.

Desde los albores del cristianismo las diversas escenas han servido de inspiración para toda clase de artistas, que a través de la escultura, la pintura, la literatura, la música e incluso el cine, han ido aportando su visión de los principales momentos de la historia.

La costumbre de "montar el belén" es una de las expresiones más arraigadas de la religiosidad popular española. Con estas premisas, el genio plástico de los belenistas ha encontrado ocasión para realizar auténticas obras de arte, desgraciadamente desaparecidas en su mayoría, dado su carácter temporal y perecedero.

TlPOLOGÍA DE UN BELÉN HISTÓRICO

El belén tradicional que nos presenta este año La Agrupación Belenista "La Adoración" pretende reflejar lo más fielmente posible, lo que conocemos como entorno histórico de las escenas y nacimiento y primera infancia de Jesús. Está realizado con poliestireno expandido, madera y corcho bornizo, tallado y policromado.

El conjunto escultórico está integrado por más de un centenar de figuras, buena parte de ellas de "palillo" sobre la base de terracota, pintadas al óleo. Algunas de estas piezas corresponde al afamado taller palermitano de Ángela Tripi; las obras de esta escultora se encuentran en los museos más importantes del mundo dedicados a la escultura y al mundo del belén en particular, otras de las piezas que se contemplan corresponde a Elisa Messina, esta escultura trabaja en Monreale, también en Sicilia, siendo el misterio y la cabalgata de reyes obra de J. Mayo.

En la exposición que contemplamos tiene especial relevancia y adquiere una singular forma el montaje: El visitante podrá observarlo a través de su "cuatro caras". Este diseño dificulta en gran medida las tareas del belenista a la hora de crear la escenografía ya que deberá tener en cuenta y conjugar, buscando una precisa perspectiva desde los diferentes ángulos de visión.

El nacimiento que podemos contemplar, reproduce una imagen evocadora y de ensoñación, de los detalles y rincones de la ciudad de Belén Efraté. Belén significa "casa del pan" y el vocablo "Efraté" significa "fecunda". Belén debía su relevancia a su proximidad con Jerusalén, cuando la Ciudad Santa recibía más gente de la habitual, como, por ejemplo, en la época de los empadronamientos, gran cantidad de judíos acudían a las localidades cercanas para encontrar posada donde poder pasar la noche. La mayor parte de sus casas estaban construidas, al igual que las de Jerusalén, con piedra blanca hierosolimitana.

Sobre este marco el autor ha representado distintos oficios ambientados en esta región de Judea, la herrería, vendedores con sus tenderetes, niño jugando a los dados, calles tortuosas y empinadas proporcionan una ilusión óptica de gran profundidad y su estudiada composición y acertado tratamiento del paso del tiempo en la arquitectura que conforman la urbe de Belén.

LA HISTORIA DE LOS BELENES

La historia del nacimiento de Jesús y todas los hechos que lo rodearon, tales como la anunciación a los pastores y la adoración de los Reyes entre otros, son escenas que habitualmente se representan en el arte del belenismo. Los datos de que dispone el belenista es el suceso en sí, y lo encuentra solamente en dos Evangelios Canónicos, los de Mateo y Lucas, o en los Evangelios Apócrifos (no reconocidos por la Iglesia Católica), estos son más explícitos y añaden cierto número de detalles que proporcionan más ternura al nacimiento de Jesús. Estas fuentes sirven de guía a la imaginación y pauta a seguir en la escena que el belenista desea representar.

En el S. II se adoptaron temas del Nacimiento de Cristo, pudiendo apreciar algunas muestras de estas representaciones en la Catacumba de Priscila, en la que aparece por primera vez la Virgen con el Niño en brazos y a su lado el profeta Isaías apuntando con el dedo hacia una estrella.

Dice la historia que San Francisco tras su peregrinación a los Santos Lugares, celebra la Eucaristía en la Nochebuena de 1223 en una cueva del pueblo italiano de Greccio, próximo al convento del Santo. Prepara una representación viviente de un pesebre con una mula y un buey, considerándose desde entonces esta representación como el origen del belenismo. Cuenta una leyenda que debido al frío un muñeco fue elegido para representar al niño Jesús y en la hora del nacimiento el muñeco empezó a llorar

Como referencias más antiguas que tenemos respecto a los primero belenes que se realizaron en el mundo, citamos el que fuera realizado por Arnolfo di Cambio (Florencia 1289). Este arquitecto de la Catedral de Florencia talló figuras en mármol blanco, parte de las cuales se conservan aún en Santa María la Mayor de Roma.

Durante los siglos XIV y XV las iglesias italianas se llenan de hermosos belenes fijos, como los de Andrea della Robia en el Duomo de Valterra. Con el barroco se impulsó de forma definitiva la realización de belenes. El auge de la escultura y la incorporación del espacio escénico y los detalles introducen el belén en las casas señoriales. De estas a la burguesía y de aquí al pueblo, produciéndose un gran desarrollo en los siglos XVII y XVIII hasta nuestros días.

En España, el Belén es introducido por la orden franciscana en el siglo XV. Del siglo XVI todavía se conserva el Belén de Coral en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, todas las figuras están talladas en coral, plata y bronce, desconociéndose su autor o autores. Autores como Martínez Montañés en el siglo XVI, Luisa Roldán "La Roldana" en el siglo XVII, contribuyeron con sus esculturas al auge que posteriormente tomaría la instalación de belenes.

Como anécdota de este siglo XVII, basta observar lo que en el inventario de bienes de Lope de Vega, constan las figuras de un belén que se ponía en su casa. Carlos III, que había hecho del nacimiento una institución nacional en Italia mientras ocupó el trono de Nápoles, introdujo el arte del belenismo en España, encargando más de 200 figuras a los artistas valencianos José Estévez Bonet y José Ginés Marín y al imaginero murciano Salzillo, que construyeran figuras para una de las creaciones más queridas: "El belén del príncipe", para su hijo Carlos IV. Este belén se caracteriza por tener figuras de diferentes tamaños para una acertada perspectiva al ser colocadas. Aún se conservan muchas figuras en el Palacio Real. Como ocurrió en Italia arraigo en las costumbres populares.

Destacar también al imaginero murciano Francisco Salcillo (siglo XVIII) por sus aportaciones al belenismo en España. Un monumental belén encargado por el Marqués de Riquelme con más de 900 figuras que se conserva casi completo en el Museo Salcillo de Murcia.

La muestra se podría visitar en la Sala Municipal de la Iglesia de Las Francesas, hasta el 7 de enero de 2018.