Descripción

El sacerdote Domicio Cuadrado Matos, que acaba de jubilarse como párroco de la iglesia de San Andrés Apóstol tras permanecer cinco décadas ejerciendo su ministerio en la misma, tendrá una calle dedicada en Valladolid, según anunció el alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva, en el homenaje tributado al presbítero el pasado sábado en el citado templo, al que asistieron centenares de fieles y numerosas corales.

Según explicó el alcalde, la actual calle Detrás de San Andrés, denominada así por estar situada en la parte posterior de la parroquia enlazando las calles Vega y Juan Agapito y Revilla, pasará a llamarse Domicio Cuadrado, como homenaje de Valladolid y del barrio en particular a su dilatada trayectoria apostólica y humana.

En el acto multitudinario celebrado el pasado día 20, estuvieron presentes, además del alcalde, los concejales Ángeles Porres y Manuel Sánchez; el vicario general de la Diócesis, Félix López Zarzuelo, y la vicerrectora Isabel Vicente, entre otras autoridades que quisieron acompañar al sacerdote en una jornada tan especial.

Entre las corales que intervinieron figuraban la Capilla Clásica, el Coro Universitario, La Enseñanza, Santa Cecilia, la Cotarra, Valparaíso, Matices Primo Tempo y San Andrés, que sumaron más de quinientas voces cantando al unísono en el interior del templo, como reconocimiento a la labor de Domicio Cuadrado en pro de la música, ya que ha promovido iniciativas en este ámbito de gran importancia.

Vida entregada a la fe y a la música

De hecho, gracias al esfuerzo y al entusiasmo del sacerdote vallisoletano, infinidad de agrupaciones corales provincial, nacional e internacional, en ocasiones acompañadas de orquestas, han actuado en Valladolid interpretando grandes obras de autores clásicos. Asimismo, gracias a acciones de este tipo, miles de ciudadanos han podido disfrutar de la música y mejorar su cultura en este ámbito de forma totalmente desinteresada.

En el acto, que fue conducido por el periodista Ángel María de Pablos, el alcalde hizo entrega al homenajeado de una estatuilla que reproduce la fachada del Ayuntamiento con motivo del centenario de la Casa Consistorial que se conmemora en 2008. Domicio agradeció este detalle, así como la presentación de su candidatura al Premio de las Artes de Castilla y León, impulsada por varias personas del mundo de la cultura de Valladolid.

El concierto terminó con un final apoteósico al interpretarse el Aleluya de Haëndel dirigido por Pepe Martín quien se despedía de la dirección del Coro Universitario esa tarde.