Descripción

Al presupuesto anual (1,8 millones de euros) que cuesta la limpieza ordinaria de los colegios, se sumará por parte del Ayuntamiento de Valladolid otra partida por las tareas extraordinarias derivadas del COVID-19, que se cifra en 60.000 euros mensuales (240.000 euros en el primer cuatrimestre). La Concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad, María Victoria Soto, ha anunciado "el compromiso del Ayuntamiento en este ámbito ya que la Junta de Castilla y León no asumirá estos trabajos de limpieza e higiene".

"Para el Ayuntamiento de Valladolid -según explica la concejala- es fundamental la salud de nuestros niños y niñas y, por tanto, desde el Consistorio se realizará un esfuerzo de poner personal específico de limpieza". Comenzarán el próximo miércoles 9 de septiembre coincidiendo con el inicio del curso escolar y se realizarán entre las 9:30 y las 13:30, dependiendo del número de alumnos y la dimensión de los centros. El tiempo estipulado se establece entre 2 y 4 horas, en función de las necesidades.

La limpieza de los colegios públicos de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial, una vez finalizado el horario lectivo, es una competencia municipal obligatoria englobada dentro de la conservación y mantenimiento de los centros docentes, y a tal efecto se lleva a cabo por este Ayuntamiento, de conformidad con los vigentes contratos de limpieza suscritos con diferentes empresas, y que suponen un gasto para consistorio de 1.860.000 euros al año.

De conformidad con el "Protocolo de prevención y organización del regreso a la actividad lectiva en los centros educativos de Castilla y León para el curso escolar 2020/2021" , en el que se determina que los equipos directivos elaborarán un "Plan de inicio de curso" para lo que se facilita una Guía para la realización del plan de inicio del curso 2020/2021, y en cuyo punto 2.4 se recogen las Medidas relativas a la limpieza e higiene de las instalaciones, en las que se indica que se tendrá especial atención a las zonas de uso común y a las superficies de contacto más frecuentes como pomos de puertas, mesas, muebles, pasamanos, suelos, teléfonos, perchas, y otros elementos de similares características, así como la limpieza adecuada de baños y aseos en función de la intensidad de uso.