Descripción

  • Se trata de una superficie de 9,36 hectáreas y las actuaciones supondrán una inversión de 482.825 euros (IVA incluido).

  • Se plantarán 360 nuevos árboles, cerca de 1.400 arbustos y más de 2.000 plantas aromáticas, además de generar una pradera naturalizada de 11.757 metros cuadrados.

  • La actuación está integrada en el Proyecto ‘Valladolid, Caminos de Biodiversidad’ y cuenta con financiación de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con fondos NextGenerationEU.



El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha visitado hoy la zona en la que se ejecutará la reserva biológica urbana ‘El Tomillo’, que se convertirá en un refugio natural de gran biodiversidad en el entorno del ámbito urbano de Valladolid, después de transformar un espacio actualmente degradado por haber sufrido el abandono y la acumulación de una importante cantidad de escombros.

Como ha explicado Carnero, "con la ejecución de este contrato se creará una reserva de fauna y flora autóctona mediante la creación de diferentes hábitats, lugares de nidificación, cría o reproducción para la fauna del entorno, disponiendo de un entorno adecuado para otras muchas especies del ámbito urbano y suburbano de la capital vallisoletana".

Para el diseño de esta intervención se cuenta con la colaboración de la Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid, ACENVA, y de las asociaciones de vecinos ‘29 de diciembre’ de los barrios Belén, Pilarica y Santos Pilarica, que desde 2016 han venido trabajando en la recuperación de este entorno.

Se prevé la creación de diferentes zonas y elementos como:

  • Un bosque de ribera en la parte norte de la actuación, con la plantación de chopos, álamos, olmos, fresnos, etc.
  • Un bosque mediterráneo utilizando especies adaptadas a la sequía: sabinas, encinas, quejigos, endrinos, etc.
  • Varios grupos de árboles y macizos de arbustos y plantas aromáticas.
  • Alineaciones de árboles en los laterales sur y oeste de los paseos para proporcionar sombra a los usuarios.
  • Una pantalla vegetal (seto vivo) que separa el parque de la VA-20 para potenciar la entomofauna y la avifauna.
  • Se incrementa la microreserva de mariposas y polinizadores silvestres.
  • Dos charcas de anfibios y varios bebederos de fauna.
  • Un aula verde, que facilitará la realización de las actuaciones de educación ambiental.
  • Se amplía la red de paseos, garantizándose la accesibilidad a todo el parque.
  • Varios elementos de mobiliario urbano para garantizar el confort de los usuarios.

En este sentido, el alcalde ha explicado que "en total estamos hablando de que se plantarán 360 nuevos árboles, cerca de 1.400 arbustos y más de 2.000 plantas aromáticas, además de generar una pradera naturalizada de 11.757 metros cuadrados".

Para solucionar el problema de la acumulación de escombros se ha optado por su valorización in situ, mediante triturado y cribado de los residuos y aplicación para relleno de gaviones y base de los paseos. De esta manera, al evitar su transporte, se reducirá también la huella de carbono y la contaminación atmosférica.

Las líneas de trabajo principal de este proyecto pasan por garantizar la biodiversidad y la conectividad ecológica eficiente, que se conseguirá a través de:

- Una amplia variedad de hábitats, incluyendo plantas autóctonas que atraen aves, mariposas e insectos polinizadores.

- La forma de realizar las plantaciones, no solo macizos de una solo especie, sino amplias zonas con especies entremezcladas.

- Proyectar la vegetación definiendo porcentajes por tipologías- cobertura vegetal de arboledas, espacios con masas arbustivas y aromáticas, praderas naturalizadas-. En este aspecto se tendrán en cuenta los criterios de ahorro hídrico y mantenimiento diferenciado, minimizando la necesidad de tareas costosas, uso de abonos y productos fitosanitarios. Para las praderas diseñadas se prevé el uso de semillas de especies naturalizadas resistentes a la sequía.

- Utilización de especies autóctonas y resistentes al cambio climático.

- Reutilización de los recursos existentes en el parque a la hora de ejecutar la obra (madera de los árboles que se eliminan, materiales inertes, etc.).


Las obras se iniciarán en el mes de marzo, y su plazo de ejecución es de seis meses, contados a partir de la fecha de la firma del Acta de Comprobación del Replanteo, pero se marca como condición realizar las siembras y plantaciones durante la época de otoño-invierno (desde principio de noviembre hasta finales febrero), para garantizar la viabilidad de las especies. Por ello se prevé la finalización completa en febrero de 2025.

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