Descripción

  • La muestra se podrá visitar en las salas 3, 4, 5, y 8 de la segunda planta del Museo hasta el 29 de septiembre.

La concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal, y el director del Museo Patio Herreriano, Javier Hontoria, han presentado hoy en el Museo Patio Herreriano la exposición ‘Turno de réplica. Cuestión de piel’, que se inaugurará mañana sábado, 13 de abril. En el acto han estado acompañados por Lara Fluxà, Rubén Grilo, Oier Iruretagoiena, Sahatsa Jauregi, Lucía C. Pino, Mònica Planes y Alfredo Rodríguez.

‘Turno de réplica. Cuestión de piel’ se podrá visitar en las salas 3, 4, 5, y 8 de la segunda planta del Museo hasta el 29 de septiembre. La exposición propone una nueva mirada de los fondos permanentes de la Asociación Colección Arte Contemporáneo y Colección Naturgy Energy Group, a través de las obras de Lara Fluxà, Rubén Grilo, Oier Iruretagoiena, Sahatsa Jauregi, Lucía C. Pino, Mònica Planes y Alfredo Rodríguez, muchas de ellas producidas ex profeso para este proyecto.

En septiembre de 2021, abría sus puertas en el Museo Patio Herreriano una exposición titulada ‘Turno de réplica. Construcción/Composición’. El objetivo de este proyecto, que ocupaba tres espacios de la segunda planta del Museo, era confrontar obras de la Asociación Colección Arte Contemporáneo (ACAC) con trabajos de artistas activos hoy, con el ánimo de ofrecer nuevas lecturas de la colección que se encuentra depositada en el Museo y que da sentido a la institución. Al respecto, cabe recordar que, tras el acuerdo firmado por el Ayuntamiento de Valladolid de la época (hablamos del año 2000) y la ACAC, se decidió destinar el antiguo Monasterio de San Benito a acoger esta gran colección de arte contemporáneo español. El año que viene se cumplirán 25 años de este acuerdo.

La exposición que ahora se presenta tiene como lema ‘Cuestión de piel’, una voz que tiene una doble acepción. Tiene su origen conceptual en un asunto crucial para entender el giro que experimenta el arte a finales de los cincuenta y que derivaría en lo que se dio en llamar Informalismo, un fenómeno internacional del que la escena española formó parte. De él, el Museo alberga obras significativas de artistas que escriben páginas muy importantes de la historia del arte del siglo XX. Ahí están los Millares, Tápies, Cuixart, Rivera, etc., artistas que se sitúan de una forma muy nítida en esta estética; está también Guinovart, que ya gozó de una enorme relevancia previamente y en otro ámbito; Francesc Farreras, Salvador Victoria, Alberto Greco… También Darío Villalba, que no participó de aquellas primeras energías pues era más joven y porque, en el fondo, hablaba otro idioma, si bien era afín a aquéllos en la forma, o al menos en la forma en que aquí presentamos al donostiarra.

A todo este elenco de grandes figuras de la historia del arte, que interpretaron su mundo desde un insobornable apego a la materia, se enfrenta un conjunto de artistas jóvenes activos hoy que, de un modo u otro, ‘interpelan’ a estos clásicos también desde diferentes opciones materiales. ‘Cuestión de piel’ se dirige a la textura, a la condición epidérmica de toda obra de arte. Ante las densas, agrestes y enconadas superficies matéricas de los informalistas históricos, heredadas, por lo general, de la lóbrega temperatura de posguerra, se sitúa un grupo de jóvenes que muestran un interés evidente en las nuevas materialidades. Éstas beben de fuentes diversas, pues no sólo se deben alojar los nuevos materialismos en las bondades de la tecnología. No en vano, también en la actualidad prevalece un interés por la materia precaria y sus posibles inserciones en nuestros análisis del presente, del que son, sin duda, deudores.

La otra acepción que se presenta reside en la propia condición semántica de eso denominado ‘Cuestión de piel’, una expresión que sirve para definir el grado de cercanía, de afecto, de empatía que se siente con alguien. Pues bien, también este aspecto está presente en esta exposición. La obra de Darío Villalba que pertenece a la ACAC, ‘Presencia’, está fechada en 1987, casi tres décadas después de la eclosión del Informalismo en España. Villalba se encontraba muy lejos de las inquietudes conceptuales de sus mayores, si bien las obras que aquí pueden verse participan de un mismo sentir formal. Del tono existencialista de los informalistas participó bien poco Darío Villalba. De quién sí está cerca, sin embargo, es de los jóvenes del tiempo actual. Es en ese sentido del estar, del sufrir, del querer, donde conecta con ellos. ‘Cuestión de piel’.